VIENA (AP) — El organismo de control atómico de Naciones Unidas señaló el jueves que cree que Irán ha aumentado aún más sus reservas de uranio altamente enriquecido y criticó a Teherán por seguir prohibiendo a personal de la agencia acceder o monitorear los sitios nucleares iraníes.
En su informe trimestral, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó que, según su evaluación, al 22 de octubre, Irán tiene un estimado de 62,3 kilogramos (137,3 libras) de uranio enriquecido hasta en un 60% de pureza fisionable. Eso representa un aumento de 6,7 kilogramos desde el último informe del OIEA en septiembre.
Ese enriquecimiento al 60% de pureza está a un corto paso técnico de los niveles de grado de armas del 90%. Los expertos en no proliferación han advertido en los últimos meses que Irán ahora cuenta con suficiente uranio enriquecido al 60% para reprocesarlo y convertirlo en combustible para al menos una bomba nuclear.
El informe del OIEA, que fue visto por The Associated Press, también estimó que al 22 de octubre, las reservas de todo el uranio enriquecido de Irán eran de 3.673,7 kilogramos, una disminución de 267,2 kilogramos desde el último informe trimestral de septiembre.
El OIEA, con sede en Viena, afirmó que no pudo verificar el tamaño exacto de las reservas de uranio enriquecido de Irán debido a las limitaciones que Teherán impuso a los inspectores de la ONU el año pasado y el retiro del equipo de monitoreo y vigilancia de la agencia en junio en sitios en Irán.
Han pasado casi dos años desde que los funcionarios del OIEA tuvieron acceso total para monitorear los sitios nucleares de Irán y cinco meses desde que se retiró el equipo de vigilancia.
La evaluación del OIEA se da cuando los esfuerzos para revivir el acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales, que relajó las sanciones contra Irán a cambio de restricciones en su programa nuclear, se han estancado.
Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear, conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto, en 2018, bajo el entonces presidente Donald Trump. Volvió a imponer sanciones a Irán, lo que llevó a Teherán a comenzar a retirarse de los términos del acuerdo.