MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
"Hace dos años, la gente de toda Birmania votó en unas elecciones creíbles y pacíficas que suponían una piedra angular en el marco de décadas de progreso democrático tras más de medio siglo de régimen militar", ha señalado el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
Así, ha expresado que estas elecciones reafirmaban el "compromiso del pueblo birmano con la democracia", mientras que el Ejército ha decidido "negar la voluntad de los votantes". "En febrero de 2021 llevaron a cabo un golpe de Estado que revirtió décadas de progreso", ha alertado.
Blinken ha señalado, además, que las Fuerzas Armadas han llevado a cabo una "campaña brutal de violencia contra el pueblo, que se ha saldado con más de 2.400 víctimas y 16.000 detenidos". "El pueblo sufre una de las peores crisis humanitarias, mientras el régimen limita el acceso a ayuda humanitaria esencial", ha añadido.
En este sentido, ha alertado de que durante los últimos meses la junta ha incurrido en un aumento de la violencia y ha "ejecutado a activistas" al tiempo que ha atacado y matado a "la gente más vulnerable de la sociedad".
Blinken ha alertado de que Estados Unidos "está convencido de que el régimen planea llevar a cabo elecciones fraudulentas, que no podrán ser libres en el contexto actual y solo provocarán un aumento de la violencia y una continuación de la crisis".
"Pedimos a la comunidad internacional que rechace estas elecciones y se comprometa con los líderes pro-democracia que buscan una visión más inclusiva y próspera de Birmania", ha aseverado antes de afirmar que "Estados Unidos, junto a otros aliados, seguirán tomando medidas ante las atrocidades del régimen".
"Persistiremos en el trabajo con los aliados para garantizar la justicia y (...) seguir presionando al régimen para que ponga fin a la violencia y respete la voluntad del pueblo y sus demandas democráticas", ha zanjado.
El golpe de Estado fue perpetrado por el Ejército precisamente para anular los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2020, en las que la Liga Nacional para la Democracia se hizo con la mayoría parlamentaria, argumentando que había habido fraude, una afirmación cuestionada por observadores internacionales.
Pese a ello, los parlamentarios de la formación tomaron posesión en una ceremonia informal y reeligieron a hasta entonces 'líder de facto' de país Aung San Suu Kyi para un segundo mandato. Sin embargo, tanto Suu Kyi como el entonces presidente del país, Win Myint, siguen encarcelados.