MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
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El doble atentado del 29 de octubre en Mogadiscio con más de 120 muertos es uno de los más sangrientos cometidos hasta la fecha por Al Shabaab y viene a sumarse a una ola de ataques con la que la filial de Al Qaeda en Somalia quiere poner en evidencia que no ha sido derrotada pese a la "guerra total" que le ha declarado el presidente, Hasán Sheij Mohamud.
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La consecuencia inmediata de este recrudecimiento del conflicto es que 2022 amenaza con convertirse en uno de los años más mortíferos hasta la fecha. Según los datos recabados por el proyecto ACLED, que contabiliza a las víctimas de violencia, en lo que va de año se contabilizan ya unos 1.400 fallecidos, un dato superior al de 2020 y 2021.
Esta cifra --que incluye las víctimas de Al Shabaab así como de las fuerzas somalíes y extranjeras que operan en el país y de la filial de Estado Islámico, poco activa en Somalia-- es muy inferior al récord de más de 2.600 muertos de 2017, año en el que se produjo el atentado más mortífero hasta la fecha. El escenario de aquel ataque, que se saldó con más de 500 muertos y que Al Shabaab nunca reivindicó, fue precisamente el mismo que el del sábado pasado.
"Los atentados fueron un mensaje enviado por los milicianos para mostrar que siguen vivos pese al hecho de que están siendo derrotados por las fuerzas gubernamentales", sostuvo el presidente somalí tras el doble ataque con coche bomba junto al Ministerio de Educación.
Mohamud, que ya gobernó Somalia entre 2012 y 2017, tomó posesión de su cargo el pasado mes de junio y desde el primer momento puso el foco en Al Shabaab. Sin embargo, fue el ataque contra el hotel Al Hayat de Mogadiscio, ocurrido el 19 de agosto, el que le llevó a lanzar lo que definió como una "guerra total" para acabar con la filial de Al Qaeda.
Los terroristas llevaron a cabo el asedio más largo que han cometido hasta el momento, el cual se prolongó durante más de 30 horas y dejó más de una veintena de muertos antes de que los asaltantes fueran abatidos. Además, se mofaron en un comunicado de Mohamud por decir que "podía aplastar" a Al Shabaab y por declarar una guerra "que no está preparado para luchar".
AVANCES FRENTE A AL SHABAAB
Sin embargo, los expertos coinciden en señalar en que la ofensiva lanzada por las fuerzas gubernamentales con apoyo de milicias de clanes --conocidas como Maawisley-- así como de la Unión Africana está consiguiendo claros avances, sobre todo en el centro de Somalia, una de las principales áreas de operaciones de Al Shabaab, está dando resultados.
Las operaciones han tenido su epicentro en la región de Hiraan, pero también se han extendido a las vecinas Galmudug y Bay, y han permitido arrebatar a los yihadistas algunas localidades y zonas bajo su control, si bien el desafío ahora será poder mantenerlas.
El Gobierno somalí también está contando en este esfuerzo con apoyo de Estados Unidos, en particular aéreo. La Administración de Joe Biden decidió el pasado junio el regreso a Somalia de tropas estadounidenses, con el envío de 500 efectivos, después de que Donald Trump hubiera retirado las tropas del país africano en diciembre de 2020. Además, en lo que va de año se han llevado a cabo diez ataques aéreos con drones contra Al Shabaab.
El grupo terrorista ha procedido a llevar a cabo numerosos ataques en represalia, incluido el triple atentado suicida perpetrado en la capital de Hiraan, epicentro de la ofensiva en su contra, y que se saldó con al menos 30 muertos, así como otros muchos en otros puntos de la geografía del país, incluido Mogadiscio. En total, según el recuento de Long War Journal, ha realizado casi 40 atentados suicidas este año.
LOS ATAQUES VAN A CONTINUAR
En opinión de Caleb Weiss, experto analista en Long War Journal, a medida que la ofensiva contra Al Shabaab se incrementa y expande, cabe esperar que el grupo terrorista "realice más ataques de represalia contra objetivos civiles mientras intenta minar la voluntad política y el apoyo popular a las ofensivas".
Una opinión que comparte Rashid Abdi, experto en el Cuerno de África. "No es ninguna sorpresa que Al Shabaab sea más letal ahora. Está con la espalda contra la pared. Ha perdido más territorio en cuatro meses que en los últimos cinco años", subraya en declaraciones a la BBC. "Se enfrenta a la revuelta más seria de los clanes hasta ahora y su imperio económico está bajo presión", incide.
Precisamente ese es otro de los frentes que quiere abrir el presidente Mohamud, el económico, para intentar dejar a los terroristas sin sus fuentes de ingresos, principalmente los impuestos que recaudan. Según el centro de estudios somalí Hiraal, Al Shabaab cuenta con un presupuesto anual de 100 millones de dólares, una cuarta parte del cual se destina a comprar armas y material para el combate.
Así las cosas, Caleb Weiss recalca que "pese a algunos reveses en los últimos años, Al Shabaab sigue siendo una de las filiales de Al Qaeda más efectivas". El grupo "mantiene un control significativo sobre buena parte del sur de Somalia y sigue teniendo la capacidad de golpear en Mogadiscio", la capital de la que se retiró en 2011, así como en Kenia, donde también controla territorio.
El recrudecimiento de la violencia en Somalia se produce además en un momento particularmente delicado desde el punto de vista humanitario. El país atraviesa su sequía más prolongada en 40 años que afecta ya a 7,8 millones de personas, una cifra que se ha duplicado desde principios de año. Esto ha ocasionado una grave inseguridad alimentaria, con 6,7 millones afectados, y el riesgo de hambruna planeando en el aire.