MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
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"Amnistía Internacional está profundamente preocupada por los nuevos derramamientos de sangre tras el corte de Internet e informa de que se han enviado más fuerzas de seguridad de Zahedan a Khash", ha explicado en el perfil oficial de su cuenta en el país.
Según imágenes y relatos recibidos de testigos oculares de las provincias de Khash, en Sistán y Baluchistán, desde las 14.00 horas (hora local) las fuerzas de seguridad han estado disparando munición contra "manifestantes pacíficos" desde los tejados de la oficina del gobernador y otros edificios, ha dicho AI, que ha publicado un vídeo de los hechos.
Zahedán, la capital de Sistán y Baluchistán, es uno de los epicentros de las protestas contra las autoridades iraníes que estallaron hace ya casi dos meses por la muerte bajo custodia de la joven Mahsa Amini, detenida en un primer momento por llevar mal puesto el velo.
El clérigo e imán chií Sayad Shahraki de la mezquita de Mulay Motaqian ha muerto este mismo viernes por los disparos efectuados por un grupo de hombres armados en la ciudad de Zahedán, en el este del país, según ha confirmado el jefe de Policía de la provincia, Sardar Ahmad Taheri, quien ha explicado que fue asaltado por un grupo de hombres que iban en un vehículo.
Shahraki, uno de los principales representantes de la comunidad chií en una ciudad mayoritariamente suní y baluche, recibió los disparos en la cabeza y en el tórax. Sus agresores se dieron a la fuga y los servicios médicos nada pudieron hacer para salvar la vida del religioso, según hizo saber el jefe de Policía en declaraciones recogidas por el portal de noticias reformista iraní Entejab.
Zahedán fue escenario de una violenta represión el 30 de septiembre en la que las fuerzas de seguridad mataron a 92 personas, incluidos 12 niños, según organizaciones civiles. Las protestas en la ciudad comenzaron primero por la violación en junio de una niña baluche a manos de un responsable policial y posteriormente se retroalimentaron con la muerte de Amini, el 16 de septiembre.
Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad también murieron el 30 de septiembre, el conocido como el Viernes Negro de Zahedán, que desembocó en el cese inmediato de sus responsables de seguridad por exceso de fuerza contra los manifestantes.