ABORDO DEL GEO BARENTS (AP) — Los grupos humanitarios que atienden a casi 1.000 migrantes rescatados en tres barcos en el Mediterráneo están haciendo sonar la alarma sobre el deterioro de las condiciones, pero el nuevo gobierno de extrema derecha de Italia no ha respondido a las solicitudes de puertos seguros y endureció su posición contra los botes de rescate.
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El nuevo ministro del Interior, Matteo Piantedosi, sentó las bases para prohibir la entrada de barcos humanitarios a los puertos italianos y apeló a los países cuyas banderas enarbolan los barcos de rescate para aliviar la carga de Italia aceptando a los pasajeros rescatados.
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Estas acciones recuerdan a las del líder del partido Liga, Matteo Salvini, ahora viceprimer ministro, quien impidió que los barcos humanitarios accedieran a los puertos de Italia cuando fue ministro del Interior en 2018-2019.
Hasta ahora, Italia, junto con Malta, han permanecido en silencio en respuesta a las solicitudes de puerto seguro para tres barcos: el Geo Barents operado por Médicos sin Fronteras, que tiene 572 personas a bordo; el Ocean Viking de SOS Mediteranee, con 234 personas a bordo, y el Humanity 1 de SOS Humanity con 179. Todos fueron rescatados en la semana del 22 de octubre.
Si bien Italia está impidiendo que los barcos humanitarios desembarquen a las 1.000 personas, las cifras del Ministerio del Interior indican que las autoridades italianas llevaron a otros 6.383 migrantes a las costas del país durante la última semana.
La llegada de inmigrantes por mar a Italia ha aumentado este año, a 85.991 hasta ahora en comparación con 53.825 en el mismo período del año pasado. El número todavía está muy por debajo del pico de llegadas durante 2014-2016.
Los pasajeros del Geo Barents incluyen a más de 60 menores no acompañados, aún más familias con niños y mujeres embarazadas, así como ancianos. Muchos duermen en el suelo y los suministros se están agotando.
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Barry informó desde Milán. Lorne Cook en Bruselas y Geir Moulson en Berlín.