Nikolas Cruz, el autor de la masacre escolar en Parkland, Florida, fue sentenciado formalmente a cadena perpetua sin libertad condicional el miércoles, luego de que las familias de sus 17 víctimas asesinadas pasaran dos días reprochándole que era un malvado, un cobarde, un monstruo y un infrahumano que merece una muerte dolorosa.
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Cruz, esposado y con un overol rojo de la cárcel, se mantuvo impávido mientras la jueza de circuito Elizabeth Scherer pronunciaba 34 sentencias consecutivas de cadena perpetua, una para cada uno de los asesinados y los 17 que hirió durante la masacre del 14 de febrero de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en los suburbios de Fort Lauderdale.
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A la jueza se le quebró la voz al leer la primera de las sentencias, pero luego fue ganando fuerza y volumen a medida que avanzaba en la lista. Scherer no tenía otra opción; el jurado del juicio de tres meses a Cruz votó 9-3 el 13 de octubre en favor de condenarlo a muerte, pero la ley de Florida requiere unanimidad para que esa sentencia pueda ser impuesta.
La sentencia fue emitida tras dos días en los que padres, esposas, hermanos y otros familiares de las víctimas asesinadas y algunos de los heridos caminaron hasta un atril para dirigirse a él cara a cara.
La jueza elogió a las familias y a los heridos que testificaron, señalando que habían sido fuertes, dignos y pacientes. “Sé que van a estar bien, porque se tienen unos a otros”, declaró Scherer.
Algunos padres y otros familiares lloraron mientras ella leía. Cuando terminó y Cruz fue conducido fuera de la sala, un padre murmuró: “Hasta nunca”.
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Cruz, de 24 años, será trasladado en unos días al centro de procesamiento del sistema penitenciario de Florida, cerca de Miami, para después ser asignado a una prisión de máxima seguridad.
Las familias y los heridos pasaron dos días atacando verbalmente a Cruz, deseándole un doloroso fallecimiento y lamentando que no pudiera ser condenado a muerte.