LOGROÑO, 3 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Según su director, "Tercer cuerpo es un recorrido patético y lleno de humor sobre cinco vidas de gente extraviada que quiere, pero no sabe cómo, salir adelante. Ellos hacen todo por ser felices, y todo, absolutamente todo lo hacen mal"
Una oficina destartalada, la casa de una pareja, un bar y un consultorio médico. Diferentes sitios que se alternan en un mismo espacio conjugando la vida de cinco personajes. Los une la soledad, la incomprensión y la necesidad de amar.
Cinco vidas, cinco deseos de amar, cinco personas incapaces. Mientras tanto se vive, se trabaja, se intenta. Miedo a no ser, miedo a que sepan quién soy. Miedo e incapacidad. La historia de querer y no saber qué hacer. Y de querer vivir cada día a pesar de todo. La historia de un intento absurdo.
A partir de la ruptura del espacio escénico Tercer Cuerpo se presenta como una propuesta apoyada en las actuaciones de un equipo actoral encabezado por Natalia Verbeke y compuesto también por Carmen Ruiz, Carlos Blanco, Nuria Herrero y Gerardo Otero.
El eje espacio-tiempo, como unidad convencional, se quiebra en este trabajo dando paso a una homologación de situaciones diversas que conviven en un mismo espacio, un espacio que es uno y muchos a la vez.
La puesta en escena, la escenografía y la iluminación acompañan sin subrayar esta apuesta donde el acento está sobre los personajes y los vínculos que mediante ellos se desarrollan, desatan y explotan. El despojo del dispositivo teatral da cuenta de una propuesta apoyada en una economía de recursos, donde lo más importante es lo que no se ve, lo que no se dice, lo que se calla, lo que mueve al deseo.
Esta función refleja la cotidianidad, los conflictos de pareja, las frustraciones, traumas y preocupaciones amorosas, sexuales o económicas, pero Tolcachir retuerce esa cotidianidad hasta la extravagancia y el absurdo, logrando momentos grotescos y cómicos que llegan hasta la carcajada.
