BEIJING (AP) — Los trabajadores que ensamblan el iPhone más reciente de Apple Inc. abandonaron una fábrica en el centro de China luego de brotes de coronavirus y quejas sobre condiciones laborales inseguras, lo que pone en evidencia el choque entre los riesgos de largo plazo de la enfermedad y los esfuerzos para restaurar el flujo mundial de productos.
PUBLICIDAD
Los empleados comenzaron a abandonar la fábrica de Foxconn en Zhengzhou después que algunos se enfermaron a mediados de octubre y no recibieron ningún tratamiento, de acuerdo con un empleado que pidió no ser identificado por su nombre. Dijo que Foxconn ha comenzado a exigir mascarillas y desinfecta diariamente el lugar de trabajo, pero las labores continúan con normalidad.
PUBLICIDAD
“Todavía hay personas que se contagian en las líneas de ensamble y siguen preocupadas por ir a trabajar”, afirmó el empleado el lunes por teléfono desde Zhengzhou. Agregó que había dejado la fábrica y planeaba regresar a su ciudad natal.
Mientras otros países relajan las restricciones antivirus, los exportadores en China están tratando de cumplir con los pedidos al tiempo que enfrentan una estrategia de “COVID cero” bajo la cual se aplican abruptamente confinamientos durante una semana o más para contener los brotes.
En un comunicado, Foxconn señaló que está utilizando una “gestión de ciclo cerrado” en Zhengzhou, un término oficial para hacer que los empleados vivan en su lugar de trabajo sin contacto con el exterior. La compañía detalló que proporciona tres comidas al día. No reveló cuándo iniciaron esas medidas.
Foxconn, también conocida como Hon Hai Precision Electronics Inc., no respondió a las preguntas sobre cuántos empleados estaban contagiados, si se estaban registrando nuevos casos ni a las quejas de que las personas que estaban enfermas a principios de octubre no recibieron tratamiento.
El grupo activista China Labor Watch indicó que Foxconn es presionado por Apple para mantener su producción del iPhone 14 durante su “temporada de producción máxima”. Añadió que la fábrica en Zhengzhou, con 90 líneas de ensamblaje, es el principal sitio de armado del iPhone.
Apple no respondió a las preguntas sobre cómo podría verse afectada la producción. En su comunicado, Foxconn señaló que la compañía se coordinaría con otras fábricas para “reducir cualquier impacto potencial”.
Se desconoce cuántos trabajadores abandonaron la fábrica, que según Foxconn emplea a unas 200.000 personas. El trabajador en Zhengzhou y las publicaciones en las redes sociales afirman que la mitad de ellos se había ido.