LA PAZ, Bolivia (AP) — La falta de combustible marcó el sábado el octavo día consecutivo de un paro en la provincia de Santa Cruz, el motor económico de Bolivia y bastión opositor, después del fracaso la víspera de un intento de dialogo sobre la fecha de un censo de población.
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Las estaciones de gasolina y diésel registraron largas filas de automóviles y motocicletas en busca del combustible, mostraron imágenes de la televisora Red Uno.
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La empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia dijo en un comunicado de prensa que se “priorizará el abastecimiento a ambulancias y servicios básicos, con el fin de que puedan acudir al llamado de la población”.
En tanto, la Asociación de Surtidores (Asosur) de Santa Cruz se declaró en estado de emergencia y señaló que el 99% de las estaciones de servicio ya no cuentan con combustible, mientras que en el área rural el 85% tienen escasez.
Los intentos de diálogo no han prosperado. La víspera, el presidente Luis Arce y más de 300 autoridades del país— a excepción del gobernador opositor de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho— se reunieron en busca de un consenso sobre la fecha del censo, que Santa Cruz reclama para lograr una nueva distribución de los ingresos nacionales. La provincia es la más poblada y busca una mayor representación legislativa que le permita más peso en las decisiones políticas del país.
El gobierno propuso que la fecha del censo lo decida una comisión técnica, lo cual fue rechazado por los líderes de Santa Cruz.
La huelga, de duración indefinida, se inició porque el censo estaba previsto para noviembre pero el gobierno lo aplazó por decreto por razones técnicas y logísticas para 2024.
La muerte de un manifestante y los choques han complicado una salida al conflicto. A su vez, sindicatos afines al gobierno han bloqueado el ingreso de alimentos y combustible a Santa Cruz.
La región ,que produce el 70% de los alimentos que consume el país, exige que los resultados del censo tengan efecto en los comicios presidenciales de 2025.
Para analistas, un nuevo empadronamiento también permitirá depurar el padrón electoral que desató la grave crisis política de 2019.
En Bolivia se mantiene latente una fuerte polarización desde ese año, cuando las elecciones presidenciales fueron denunciadas como fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos, lo que detonó un estallido social que dejó 37 muertos y forzó la renuncia del entonces presidente Evo Morales.