DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — La Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán emitió una nueva advertencia el sábado a los manifestantes antigubernamentales, mientras prosiguen las manifestaciones en ciudades y campus universitarios que sacuden todo el país por sexta semana consecutiva.
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También el sábado, las autoridades informaron que debido a las heridas sufridas durante su arresto falleció en un hospital el hombre que mató a 15 personas esta semana en un importante santuario chií en el sur de Irán, reportaron los medios iraníes.
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Teherán no ha revelado detalles sobre el hombre que llevó a cabo el ataque del miércoles en Shah Cheragh, en Shiraz, el segundo santuario chií más sagrado de Irán.
El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el atentado, pero el gobierno ha tratado de vincularlo a la oleada de movilizaciones, en su mayoría pacíficas, que recorre el país. No ha ofrecido evidencias al respecto.
Amaq, el brazo mediático de ISIS, publicó un video el sábado que supuestamente muestra al atacante de Shiraz jurando lealtad al grupo.
Las protestas nacionales, que comenzaron tras la muerte el pasado 16 de septiembre de Mahsa Amini mientras estaba detenida por la policía de la moral, sacuden desde entonces a la República Islámica. Amini falleció tras ser arrestada por el supuesto incumplimiento del estricto código islámico de vestimenta para las mujeres.
Durante el funeral por las víctimas del atentado en Shiraz, el jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salami, pidió a los iraníes que dejen de protestar. Su amenaza se produce mientras las fuerzas de seguridad reprimen las concentraciones de forma violenta, empleando munición real, perdigones antimotines y gases lacrimógenos.
“Hoy es el fin de los disturbios. ¡No salgan más a la calle!”, advirtió Salami el sábado. “Les decimos a nuestros jóvenes, a la minoría que se ha dejado engañar, dejen de actuar con maldad”.
Con el mismo tono severo, agregó que “esta ominosa sedición no les traerá ningún final feliz. ¡No arruinen su futuro!”.
A pesar de la amenaza, las asociaciones estudiantiles informaron de protestas en decenas de universidades de todo el país el sábado, desde la capital, Teherán, hasta las ciudades centrales de Isfahan y Yazd. Videos publicados en internet muestran a los estudiantes coreando lemas a favor de la libertad y el fin del régimen clerical iraní.
En la Universidad de Ciencias Médicas del Kurdistán, en la ciudad noroccidental de Sanandaj, el grupo de derechos humanos Hengaw informó de que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes, hiriendo gravemente a un estudiante.
Los campus universitarios se han convertido en focos de oposición, alimentando el movimiento de protesta y provocando una dura reacción de las fuerzas de seguridad.
El gobierno iraní ha alegado repetidamente que las potencias extranjeras han orquestado las protestas, aunque no ha aportado pruebas. Las movilizaciones suponen una de las amenazas más graves a la teocracia que gobierna el país desde la Revolución Islámica de 1979.
En un primer momento, las movilizaciones se centraron en la obligación estatal de que las mujeres se cubran la cabeza con el hiyab, o velo islámico, pero rápidamente evolucionaron a llamados a derrocar a la teocracia iraní. Al menos 270 personas murieron y otras 14.000 fueron detenidas durante las protestas en más de 125 ciudades del país, según el grupo Activistas por los Derechos Humanos en Irán.