MADRID, 28 Oct. (EDIZIONES)
Cuando Marian Pierce encontró un zorro huesudo merodeando por su jardín durante el encierro, se apiadó de él y le dio de comer algunas sobras. Y cuando regresó, siguió dejándole bocados con mucho gusto, y se sintió encantada cuando una noche trajo a un amigo con él.
No se imaginaba que, dos años más tarde, acogería a una veintena de zorros que visitaban su jardín todas las noches, lo que la llevó a rebautizarlo como "Foxy Cafe". Marian, de 53 años, deja una selección de carne cruda y golosinas para perros a los curiosos animales de su jardín en Hastings, East Sussex.