Un juzgado salvadoreño condenó el jueves a 39 años de prisión a Armando Eliú Melgar Díaz, alias “Blue”, uno de los principales cabecillas nacionales de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), por los delitos de homicidio, tráfico ilícito de drogas y agrupaciones ilícitas.
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Melgar Díaz figura en una lista de 14 cabecillas de la Mara Salvatrucha que son pedidos en extradición por la justicia de Estados Unidos para que respondan a delitos.
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“Ha concluido la lectura del fallo de la Vista Pública en contra del Blue. Hemos logrado que sea condenado a la pena máxima, por cada uno de los delitos. No volverá a vivir en libertad”, informó en su cuenta oficial de Twitter el Fiscal General, Rodolfo Delgado.
El Blue recibió condena de 10 años de cárcel por el delito de proposición y conspiración de homicidio, 15 años por tráfico ilícito de drogas y 14 años por el delito de agrupaciones ilícitas.
Según el Ministerio Público, el Blue coordinaba todas las operaciones criminales de la clica o grupo Gánsteres Locos Salvatruchos de la MS-13, que opera en la Costa Este de los Estados Unidos y en El Salvador.
Las investigaciones señalan que el Blue migró hacia Estados Unidos cuando tenía 13 años y en ese país se involucró en la pandilla MS-13 en Virginia, pero en 2013 fue deportado y continuó su vida delictiva en El Salvador.
Después viajó nuevamente a Estados Unidos y se reincorporó a su grupo criminal hasta que en octubre de 2016 fue deportado nuevamente y siguió delinquiendo. Guarda prisión en El Salvador desde 2018.
Según la Fiscalía, el Blue formaba parte del directorio de la Mara Salvatrucha, que es la máxima autoridad a nivel de la MS-13, y controlaba las operaciones criminales en varios estados de Estados Unidos y en diferentes países, como México y El Salvador.
Las autoridades estadounidenses responsabilizan al Blue de ordenar el asesinato de Nayeli Guzmán, una adolescente de 14 años. También lo señalan por otros dos crímenes perpetrados entre 2016 y 2018.
En el 2012, el gobierno estadounidense incluyó a la Mara Salvatrucha en una lista de organizaciones criminales internacionales, y tres años después la Corte Suprema de Justicia de El Salvador la también declaró terrorista junto a la pandilla Barrio 18.
Después que el 26 de marzo se reportaran 62 homicidios en un día, el Congreso salvadoreño a pedido del gobierno del presidente Nayib Bukele aprobó el estado de excepción para combatir a las pandillas. Con ese régimen, las autoridades dicen que han capturado a casi 56 mil personas a las que acusa de pertenecer o ser colaboradores de las pandillas.
Organizaciones sociales han informado que lograron documentar más de 4 mil casos de violaciones a los derechos humanos durante los primeros seis meses de vigencia de la medida. Afirman tener informes que 80 personas han muerto bajo la custodia de las autoridades.
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En marzo, el Congreso reformó el Código Penal para que las pandillas o cualquier organización delictiva sean considerados penalmente ilícitas y sus miembros puedan ser sancionados con penas entre 20 y 40 años de prisión. Los cabecillas de esos grupos podrían recibir condenas de 40 a 45 años de cárcel.
Las llamadas maras o pandillas, que se estiman tienen unos 70 mil integrantes, tienen presencia en populosos barrios y comunidades de el Salvador. De acuerdo con las autoridades, esos grupos están involucrados en el narcotráfico y el crimen organizado; extorsionan a comerciantes y empresas del transporte y asesinan a quienes se niegan a pagar, agregan.