ROMA, 28 (EUROPA PRESS)
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Así lo ha puesto de manifiesto durante el juicio por la inversión irregular en un edificio de lujo en Londres -que ha imputado entre otros al cardenal italiano, Angelo Becciu-, el contable de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado del Vaticano, Fabrizio Giachetta.
Giachetta fue llamado a declarar ante el tribunal del Vaticano en calidad de testigo por la defensa legal de otro de los acusados, el broker Gianluigi Torzi, a quien el Vaticano acusa de haberle engañado en la compraventa del inmueble en la que ejerció de intermediario y que acabó consiguiendo una comisión de 15 millones de euros por devolver el edificio a la Santa Sede como legítima propietaria.
Preguntado específicamente si para pagar las facturas del abogado estadounidense Jeffrey Lena, que ha asistido a la Santa Sede en casos judiciales de pederastia en Estados Unidos, se usaron esos fondos ha contestado: "A veces sí, a veces no". En cuanto a la cuantía de la suma que se pagó, que según la defensa de Torzi ascendería a 1,5 millones de euros, Giachetta la calificó de "cifra plausible".
Asimismo, Giachetta también ha afirmado que en el pasado los fondos del Óbolo de San Pedro también se usaron para cubrir las pérdidas presupuestarias de la Santa Sede. No obstante, el testigo ha dejado claro que para "utilizar el óbolo con este fin, se requería siempre la autorización del Papa".
"La Secretaría de Estado no tiene dinero propio. La Secretaría de Estado gestiona los fondos, incluido el Óbolo de San Pedro. Hace muchos años, cuando surgía una pérdida presupuestaria, se hacía una nota al Santo Padre, que autorizaba el uso de los fondos del Obolo. Esto se debe a que es el único fondo del que el Santo Padre puede disponer libremente: los demás tienen una finalidad específica y no pueden utilizarse fuera de ella", ha asegurado el funcionario del Vaticano en sede judicial.