MIAMI (AP) — El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha invitado al líder del personal de la organización a que se reúna con él, poco después de haber recibido una carta en la que los empleados le aseguran que trabajan con miedo y en un ambiente “nocivo e insalubre”.
La noticia sobre la reunión y las aseveraciones de los empleados se conocen días después que se revelara un fallo administrativo que cuestionó manejos internos del organismo con sede en Washington.
El director de comunicaciones de la Organización de Estados Americanos, Gonzalo Espáriz, dijo el jueves a la Associated Press que la Secretaría General ha compartido la carta con la presidencia del Consejo Permanente de la OEA, y Almagro ha invitado al presidente de la Asociación del Personal de la OEA para una reunión.
En la misiva de dos páginas dirigida a Almagro, el personal le solicita “respetuosamente pero vehementemente” que se la remita a los países miembros para que conozcan “de primera mano que existe temor y descontento”.
La Asociación dijo a la AP que sus miembros no estaban autorizados a hacer declaraciones públicas a la prensa. La carta, que tiene fecha del lunes 24 de octubre, apareció en la página de internet de la Asociación el miércoles en la noche.
El Tribunal Administrativo de la OEA, el máximo órgano de revisión de la organización, falló el lunes sobre el intento de Almagro por impedir en 2020 la renovación del contrato de Paulo Abrao, el por entonces secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Fue la segunda resolución administrativa que cuestiona el liderazgo de Almagro en los últimos meses, luego de las acusaciones de que el diplomático uruguayo violó el código de ética de la OEA al mantener un romance con una empleada mucho menor que él.
En la carta, el personal de la OEA expresa su “profunda preocupación” por “violaciones al debido proceso por parte de la Oficina de Inspectoría General y la Oficina del Ombudsperson”, incluidas en sentencias del Tribunal Administrativo de la OEA.
En esos fallos se cuestiona la neutralidad e independencia de ambos órganos y los empleados de la OEA se hacen eco de las resoluciones.
Los miembros de la CIDH habían apoyado por unanimidad la renovación del contrato de Abrao por otros cuatro años, pero Almagro bloqueó esa decisión y dijo que no podía apoyar a alguien responsable de haber fomentado un entorno laboral marcado de denuncias de favoritismo, conflictos de intereses e impunidad para empleados acusados de acoso sexual.
La CIHD es un órgano independiente de la OEA que se encarga de investigar los abusos de los gobiernos de la región.
El fallo del tribunal dijo que Almagro difamó al abogado brasileño y le condenó a la OEA a pagarle por daños y perjuicios. En la decisión, aparecen numerosos ejemplos de una “desconcertante” violación al derecho de Abrao al debido proceso, impulsada por Almagro y por la defensora de los derechos humanos de la OEA, Neida Pérez.
La OEA dijo que Almagro siempre cumple con los fallos y las recomendaciones del tribunal. Remarcó, sin embargo, que el tribunal desestimó una de las reclamaciones de Abrao: que su contrato fue rescindido ilegalmente por el secretario general, y consideró en cambio que ya había expirado.
La oficina del inspector general está realizando una investigación interna contra Almagro después que surgieron acusaciones de que mantuvo una relación íntima con una empleada, lo que podría haber violado el código de ética de la organización.
Almagro ha negado cualquier tipo de fallas, y ha asegurado que nunca supervisó el trabajo de la mujer ni participó en decisiones sobre su empleo. Sin embargo, en varias biografías publicadas en internet, y en fotografías que aparecen incluso en las cuentas de redes sociales de la OEA, se describe a la mujer como “asesora” o “asesora principal” del secretario general.
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Los periodistas de la AP Joshua Goodman y Claudia Torrens contribuyeron con esta información.