MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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El director de este organismo, Karol Nawrocki, ha justificado la retirada de estas estatuas como parte de las políticas de eliminación de cualquier vestigio que recuerde el paso del Ejército Rojo por Polonia, a cuya capital, Varsovia, llegó el 17 de enero de 1945 poniendo así fin al dominio nazi.
"Hagamos hincapié en que no podemos consentir, absolutamente, de manera alguna ninguna forma de conmemoración del régimen comunista totalitario y de las personas que lo sirvieron", ha enfatizado Nawrocki durante el desmantelamiento de uno de estos monumentos situado en la ciudad de Glubczyce (sur).
En este caso, se trata de un obelisco con una escultura de un soldado soviético erigido en 1945 en uno de los parques de esta ciudad para recordar a los militares del Ejército Rojo caídos en la lucha contra los nazis en el distrito de Glubczyce.
Nawrocki ha asegurado que dichos monumentos no solo son "símbolos" de aquel sistema que después de 1945 "sometió a media Europa" y "asesinó a los trabajadores polacos y a la oposición anticomunista", sino que también a día de hoy "inspiran" a los líderes de la Rusia actual, "responsables de la guerra en Ucrania".
Para Nawrocki la retirada de estos homenajes va más allá de lo simbólico, pues tiene también un sentido educativo, ya que "son monumentos a la gloria de soldados que deberían ser condenados" y "generaciones sucesivas permanecen en una profunda ignorancia" sobre "la esclavitud" supuestamente ejercida por el Ejército Rojo.
Además del de Glubczyce este jueves se han retirado otros tres monumentos, uno de ellos situado en la ciudad vecina de Byczyna, y otros dos más en Bobolice (norte) y Staszow (sur). Según el IPN de los 500 monumentos conmemorativos que fueron levantados en señal de gratitud durante el pasado soviético, unos 30 siguen en pie.
La suerte ha sido dispar desde entonces para todos estos homenajes. Algunos han sido vandalizados antes de su demolición, mientras que otros han podido ser resguardados en museos debido a su valor histórico. En el caso de los cementerios soviéticos estos siguen en pie bajo financiación del Estado.