MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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"Este es un logro histórico", ha enfatizado Wronecka, quien ha destacado que dicho acuerdo no solo puede servir para reforzar la seguridad de la región, sino también un impulso económico para ambos países.
Wronecka ha agradecido la disposición de Líbano e Israel para alcanzar este acuerdo y, en el caso de Beirut, también ha destacado la unidad que han demostrado sus líderes políticos, una postura común que podría suponer un primer paso para generar en el futuro consenso en torno a temas de interés nacional.
Líbano e Israel están técnicamente en guerra, por lo que el acuerdo, fruto de dos años de negociaciones indirectas, tiene en cualquier caso una especial importancia simbólica. Afecta a una zona de unos 860 kilómetros cuadrados reclamada por ambas partes y en la que se han descubierto yacimientos de gas natural.
Tanto Israel como Líbano acordaron reconocer la frontera fijada con boyas por Israel, permitiendo a Beirut disfrutar del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de Qana, mientras que las autoridades israelíes mantienen el control sobre el de Karish, cuya explotación ya ha comenzado.