MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
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La facturación de Puma hasta septiembre alcanzó los 6.268,5 millones de euros, un 24,4% más que en el mismo periodo del año pasado. Por segmentos de negocio, las ventas de calzado sumaron 3.141 millones de euros, un 30,4% más, mientras que las de ropa se elevaron un 20,6%, hasta 2.159,5 millones. Los ingresos por accesorios, por su parte, fueron de 968 millones, un 15,3% más.
Por áreas geográficas, las ventas de la empresa germana en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) crecieron un 21,9% hasta septiembre, con 2.386,7 millones, mientras que en América se elevaron un 40,8%, hasta 2.688,3 millones. En Asia-Pacífico, Puma se anotó unos ingresos de 1.193,4 millones de euros, un 2% más.
Entre julio y septiembre, el beneficio neto de Puma alcanzó los 146,4 millones de euros, un 1,8% más que en el tercer trimestre de 2021, mientras que las ventas de la alemana sumaron 2.354,4 millones de euros, un 23,9% más.
"A pesar de todas las incertidumbres globales, el tercer trimestre fue nuevamente un muy buen trimestre para nosotros", declaró Bjorn Gulden, consejero delegado de Puma.
No obstante, el ejecutivo advirtió de que, a pesar de que sigue viéndose una fuerte demanda de calzado, también se aprecia que los altos niveles de inventario en el mercado, especialmente de ropa, han llevado a los minoristas a realizar pedidos con mayor cautela que hace un año.
"Seguimos viendo un fortalecimiento de la marca Puma y nuestras ventas a nivel mundial. Esperamos una volatilidad continua en el mercado durante el cuarto trimestre, pero confiamos en que podemos cumplir de acuerdo con nuestra perspectiva para todo el año", añadió.
De este modo, a pesar del entorno altamente incierto, Puma ha reiterado su perspectiva para 2022 de crecimiento de ventas ajustado por tipo de cambio de entre el 15% y el 16% y un resultado operativo en un rango de 600 a 700 millones de euros, frente a los 557 millones de 2021.
En cualquier caso, en línea con las expectativas anteriores, la compañía estima que las presiones inflacionarias derivadas del aumento de las tarifas de fletes y los precios de las materias primas, así como las ineficiencias operativas debidas al Covid-19 y la crisis de Ucrania diluirán la rentabilidad en 2022.