MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La política exterior del nuevo Ejecutivo ha sido motivo de debate antes de que haya arrancado siquiera a andar a raíz de las confesiones prorrusas del líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, una de las tres patas sobre las que se sustenta la coalición. Antonio Tajani, número dos de esta formación, ejerce de ministro de Exteriores.
Sin embargo, tal como hiciese tras la difusión de las declaraciones de Berlusconi, Meloni ha reivindicado en su primer discurso ante el Parlamento, previo a la votación de una cuestión de confianza, que será leal con la OTAN y también con la UE, independientemente de que reclame reformas para mejorar en eficacia.
"En los últimos días, algunos han dicho que quieren vigilar a nuestro país. Diría que pueden dedicar su tiempo a otras cosas", ha avisado, en una aparente réplica a pronunciamientos como los realizados por el Gobierno francés, que expresó públicamente cierto recelo tras el ascenso ultraderechista en Italia.
"En esta sala hay fuerzas de oposición capaces de que su voz se oiga sin ayuda externa, espero", ha añadido la líder de Hermanos de Italia, antes de sugerir que cualquier crítica externa sería una "falta de respeto" a todo el país. "No a mí ni a mi Gobierno", ha apostillado, según la agencia AdnKronos.
Meloni ha agradecido el apoyo del pueblo italiano en las elecciones del 25 de septiembre, gracias al cual se ha convertido en la primera mujer en presidir un Gobierno en Italia. La mandataria ha sido interrumpida con aplausos tras repasar una lista de mujeres con relevancia histórica.
También ha celebrado que Italia ponga fin a la "gran anomalía" que ha supuesto encadenar gobiernos que no surgieron de las urnas. Ahora, arranca "un gobierno político que representa plenamente la voluntad popular", ha enfatizado Meloni, escoltada en su discurso por Tajani y por el otro viceprimer ministro, Matteo Salvini, líder de la Liga.
El Gobierno, que tomó posesión el fin de semana, está obligado a someterse a sendas cuestiones de confianza en la Cámara de Diputados y en el Senado, sin que su supervivencia esté en riesgo.