MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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Una bomba nuclear sucia, o "bomba sucia", como es descrita por los organismos internacionales, es un artefacto explosivo capacitado para dispersar material radiactivo, cuya capacidad destructiva es sensiblemente menor al de un arma nuclear diseñada con este propósito específico pero que, de todas formas, representa una grave amenaza por su carácter contaminante.
Rusia ya había expresado previamente su temor ante esta situación al acusar en octubre a Kiev de intentar convertir la planta nuclear de Zaporiyia en una "bomba nuclear sucia" a través de constantes ataques contra las instalaciones y sus alrededores, de los cuales Kiev y Moscú se culpan mutuamente.
Este domingo, Shoigu ha comunicado a su homólogo francés, Sebastian Lecornu, su preocupación por el posible uso de este artefacto dada la "tendencia constante a la intensificación descontrolada" que está exhibiendo el conflicto en Ucrania.
"Shoigu le comunicó a su colega francés sus preocupaciones sobre posibles provocaciones por parte de Ucrania", en particular, con el uso de la llamada 'bomba sucia'", según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
El ministro repitió la misma declaración en subsiguientes conversaciones con su homólogo turco Hulusi Akar y británico, Ben Wallace, de acuerdo con la nota, recogida por Interfax.
Ucrania ha rechazado categóricamente cualquier intento de emplear este tipo de armas en su defensa de la invasión de Rusia, si bien el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, llamó a principios de mes a lanzar ataques "preventivos" y no "esperar ataques nucleares de Rusia", declaraciones interpretadas desde Moscú como un llamamiento al uso de armas de destrucción masiva.