MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
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"Nos alegra que sigan vivos, pero nos preocupa especialmente su salud", ha explicado en declaraciones a la emisora RFIle el reverendo Tatah Humphrey Mbuy, director de comunicación de la Conferencia Episcopal de Camerún.
Según Mbuy, las negociaciones para su liberación se han complicado por las exigencias de los secuestradores que, después de haber pedido dinero, ahora exigen que hable el Papa Francisco. "¿Pero qué tiene que ver el Papa con este asunto?", se ha preguntado el religioso.
Los nueve fueron secuestrados por medio centenar de individuos armados en la aldea de Nschang, a las afueras de la ciudad de Mamfe. Los atacantes incendiaron la iglesia antes de marcharse.
Hasta ahora ha trascendido que los secuestradores negaron pertenecer a los grupos armados separatistas anglófonos y han exigido dinero a cambio de la liberación.
Las regiones anglófonas de Camerún --Noroeste y Suroeste-- se han visto sacudidas por el conflicto a raíz de la represión de los movimientos separatistas tras la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
El año anterior, esta zona --otrora parte de las colonias británicas en África pero que decidieron unirse al Camerún francés-- fue escenario de protestas pacíficas para reclamar una mayor autonomía o la independencia argumentando una discriminación por parte de las autoridades centrales, también en temas de idioma.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, por la que las organizaciones de Derechos Humanos han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.