BRUSELAS (AP) — Los gobernantes de la Unión Europea pasaron apuros el viernes para hallar soluciones prácticas inmediatas sobre cómo hacer frente a la crisis energética, pero evitaron una desavenencia abierta entre Alemania y Francia que hubiese mostrado a un bloque dividido en un momento en que confronta al presidente ruso Vladimir Putin por la guerra en Ucrania.
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Después de que las conversaciones todo el día en Bruselas se extendieron hasta la noche, los 27 gobernantes de los países de la UE disimularon las divisiones entre algunos de los Estados miembros más grandes y al menos acordaron seguir trabajando en formas para imponer un tope al precio del gas en caso de grandes incrementos en los precios.
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El presidente francés Emmanuel Macron destacó su trabajo con el canciller alemán Olaf Scholz para crear una apariencia de unidad luego de las conversaciones que comenzaron el jueves temprano. Dijo que, junto con asesores técnicos cercanos, “veré al canciller Scholz en París la próxima semana de forma que podamos avanzar, con nuestros equipos, en todos los temas”.
Scholz dijo que el problema principal era controlar los “aumentos” en las operaciones de gas que pueden durar sólo unas pocas horas pero de todas formas provocar incrementos excesivos en los precios. Dijo que se deben examinar más a fondo las medidas para contrarrestar eso.