LONDRES (AP) — Un alto funcionario del gobierno británico rechazó el jueves las insinuaciones de que la primera ministra Liz Truss debería renunciar, dadas las críticas de su propio partido al plan económico que ha remecido los mercados financieros.
Durante una tempestuosa reunión a puertas cerradas con legisladores del Partido Conservador, varios la criticaron duramente por aplicar una estrategia para el crecimiento que beneficia a los más ricos a expensas de los votantes de la clase trabajadora que dieron al partido una victoria abrumadora en 2019.
Truss ha “echado por la borda los últimos 10 años de conservadurismo obrero”, dijo Robert Halfon, presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de los Comunes, según la prensa británica.
El plan de Truss de recortes impositivos sin fondos de 45.000 millones de libras (50.000 millones de dólares) provocó una fuerte caída de la libra y los bonos del gobierno. Los inversionistas temen que el plan provoque préstamos insostenibles porque el gobierno no ha explicado cómo afectará los niveles de endeudamiento.
“Creo que cambiar la conducción sería una idea desastrosamente mala, no solo política, sino también económicamente”, dijo el secretario del Exterior, James Cleverly, en entrevista con la BBC. “Y seguiremos absolutamente enfocados en el crecimiento económico”.
Cleverly reiteró el argumento del gobierno de que los recortes propuestos estimularán el crecimiento económico, lo que a su vez aumentará la recaudación fiscal para pagar los servicios públicos.
Presionado para estabilizar los mercados financieros, el jefe del Tesoro, Kwasi Kwarteng, dijo días atrás que dará a conocer mayores detalles del plan económico y su impacto sobre las arcas públicas antes de fin de mes, tres semanas antes de lo que se había previsto.