El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida alcanzó la semana pasada un tamaño moderadamente grande por tercer año consecutivo —mayor que toda América del Norte_, pero los expertos dicen que sigue reduciéndose en general, a pesar de los recientes repuntes debidos al clima frío a gran altitud.
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El hoyo en la capa de ozono llegó a su mayor tamaño de más de 26,4 millones de kilómetros cuadrados (10 millas cuadradas) el 5 de octubre, lo más grande que ha estado desde 2015, de acuerdo con la NASA. Los científicos señalaron que, debido a que ha habido temperaturas más frías de lo normal en las regiones polares del sur a una altitud de 12 a 20 kilómetros (7 a 12 millas) donde se encuentra el agujero, las condiciones son propicias para las sustancias químicas cloradas que reaccionan con las moléculas de ozono y las destruyen.
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“La tendencia general es de mejoría. Este año ha empeorado un poco porque ha hecho un poco más de frío”, comentó Paul Newman, científico terrestre en jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y que monitorea el agotamiento del ozono. “Todos los datos indican que el ozono se está recuperando”.
Tan sólo observar el tamaño máximo del agujero en la capa de ozono, especialmente en octubre, puede ser engañoso, dijo Susan Solomon, científica especializada en ese gas, del MIT.
“El agotamiento del ozono comienza después y tarda más para que el agujero alcance su tamaño máximo, y los hoyos suelen ser menos profundos” en septiembre, que es el mes clave para observar la recuperación del ozono, no octubre, señaló Solomon el jueves en un correo electrónico.
Las sustancias químicas cloradas y de bromuro que se encuentran muy arriba en la atmósfera corroen la capa de ozono protectora de la Tierra. Las bajas temperaturas crean nubes que liberan dichas sustancias químicas, explicó Newman. Cuanto más frío, hay más nubes y por lo tanto más grande es el agujero en la capa de ozono.
La ciencia sobre el cambio climático señala que el carbono que atrapa el calor, procedente de la quema de carbón, petróleo y gas natural, hace que la superficie de la Tierra se caliente, pero la estratósfera superior, por encima del calor atrapado, se enfría, dijo Newman. Sin embargo, el agujero en la capa de ozono está ligeramente por debajo de la región que se cree que se enfría por el cambio climático, señaló. Otros científicos e investigaciones sí relacionan el enfriamiento de la zona con el calentamiento global.
“El hecho de que la estratósfera esté mostrando signos de enfriamiento debido al cambio climático es preocupante”, afirmó Martyn Chipperfield, científico atmosférico de la Universidad de Leeds. Lo preocupante es que el cambio climático y los intentos por reducir el agujero de ozono se entrelazan.
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Seth Borenstein está en Twitter como: @borenbears
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La cobertura climática y ambiental de The Associated Press recibe el apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable de todo el contenido.