LISBOA (AP) — El presidente de Portugal busca calmar las críticas por comentarios que hizo que parecían restar importancia a las revelaciones de que más de 400 personas fueron víctimas de abuso sexual infantil por parte de miembros de la Iglesia católica portuguesa.
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Un comité laico que investiga el abuso sexual infantil en la iglesia dijo el martes que hasta ahora ha compilado una lista de 424 presuntas víctimas que datan de 1950. Cientos de sacerdotes, algunos ya fallecidos, están bajo sospecha.
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El presidente Marcelo Rebelo de Sousa comentó sobre la revelación: “Tener 400 casos no me parece mucho porque en otros países investigando períodos más cortos hubo miles de casos”.
Portugal tiene 10,3 millones de habitantes.
El comentario del jefe de Estado generó amplias críticas, con acusaciones de falta de compasión, y varias horas después, una declaración en el sitio web presidencial buscaba aclarar su opinión.
El comunicado oficial decía que el presidente lamentaba “que no se hayan presentado más personas, porque el total hasta ahora no parece particularmente alto, considerando la probable triste verdad, tanto en Portugal como en el resto del mundo”.
El jefe de Estado también quiere que continúen las investigaciones y que se envíe cualquier evidencia a la oficina del fiscal general, agregó el comunicado.
Pero el alboroto no se calmó, lo que llevó a Rebelo a dar entrevistas en vivo por separado a altas horas de la noche a dos emisoras nacionales, donde dijo que los casos son “muy serios”.
El primer ministro Antonio Costa acudió en ayuda del mandatario el miércoles y les dijo a los periodistas que estaba seguro de que los comentarios iniciales del jefe de Estado fueron malinterpretados.
El comité de investigación, que comenzó a trabajar en enero de este año, sigue instando a las víctimas a que se presenten.
Antes de que el panel comenzara su trabajo, autoridades eclesiásticas afirmaron que solo se habían producido unos pocos casos de abuso en Portugal.