GINEBRA (AP) — La guerra en Ucrania “puede considerarse una bendición” desde el punto de vista climático, de acuerdo con el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, ya que acelera el desarrollo y la inversión en energías limpias a largo plazo, aunque los combustibles fósiles estén teniendo una alta demanda en estos momentos.
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El mundo experimenta actualmente un déficit energético provocado en parte por las sanciones económicas impuestas a Rusia, principal productor de petróleo y gas natural, y por los altos precios de los combustibles fósiles.
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Esto ha hecho que algunos países recurran a alternativas como el carbón.
Pero el aumento en los precios de los combustibles que emiten carbono —como el petróleo, el gas y el carbón— también ha hecho que las energías renovables, como la solar, la eólica y la hidrotérmica, sean más competitivas en el mercado energético.
La crisis energética también ha llevado a muchos países que consumen grandes cantidades de energía en Europa y otros lugares a iniciar medidas de conservación, y en algunos se ha hablado de racionamiento.
Taalas reconoció que la guerra de Ucrania ha sido un ”golpe para el sector energético europeo” y que ha provocado un aumento en el uso de las energías fósiles.
“Está claro que esta guerra en Ucrania acelerará nuestro consumo de energía fósil, y que acelerará esta transición hacia la energía verde”, dijo Taalas.
“Así que vamos a invertir mucho más en energías renovables, en soluciones de ahorro energético”, y es probable que algunos reactores nucleares pequeños entren en funcionamiento en 2030 como “parte de la solución”, señaló.
“Así que desde el punto de vista climático, la guerra en Ucrania puede verse como una bendición”, añadió Taalas.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y otros dirigentes de la ONU han señalado en repetidas ocasiones que “además de los trágicos impactos humanos, el conflicto evidencia los elevados costos que supone la adicción a los combustibles fósiles en el mundo, así como la urgente necesidad de acelerar la transición a las energías renovables, para proteger a las personas y al planeta”, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
La OMM emitió un nuevo informe en el que se afirma que el suministro de electricidad procedente de fuentes de energía más limpias debe duplicarse en los próximos ocho años para frenar el aumento de la temperatura global.
El último informe anual “Estado de los servicios climáticos” —que incluye aportaciones de 26 organizaciones diferentes— se centra este año en la energía.
Taalas dijo que actualmente el sector energético es responsable de unas tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero, y pidió una “transformación completa” del sistema energético a nivel mundial.
Advirtió que el cambio climático afecta la generación de electricidad y puede tener un impacto cada vez mayor en el futuro.
Los riesgos son, entre otros, que las plantas nucleoeléctricas que dependen del agua para su refrigeración podrían verse afectadas por la escasez de agua, y que algunas están situadas en zonas costeras que son vulnerables al aumento del nivel del mar o a las inundaciones.
En su informe, la OMM señala que en 2020, alrededor del 87% de la electricidad mundial generada por sistemas térmicos, nucleares e hidroeléctricos —que producen menos CO2 que las plantas que funcionan con combustibles fósiles— dependió de la disponibilidad de agua.