MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
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Este estudio, el primero en su género, compara los daños causados por los insectos herbívoros en las plantas de la era moderna con los de las hojas fósiles del Cretácico Superior, hace casi 67 millones de años.
"Nuestro trabajo tiende un puente entre quienes utilizan los fósiles para estudiar las interacciones entre plantas e insectos a lo largo del tiempo y quienes estudian dichas interacciones en un contexto moderno con material foliar fresco --afirma la investigadora principal, la doctora de la UW Lauren Azevedo-Schmidt, ahora investigadora asociada postdoctoral en la Universidad de Maine--. La diferencia en el daño causado por los insectos entre la era moderna y el registro fósil es sorprendente".
El estudio examinó hojas fósiles con daños por alimentación de insectos desde el Cretácico Superior hasta el Pleistoceno, hace algo más de 2 millones de años, y las comparó con hojas recogidas por Azevedo-Schmidt en tres bosques modernos. La investigación detallada analizó diferentes tipos de daños causados por los insectos, encontrando marcados incrementos en todos los daños recientes en comparación con el registro fósil.
"Nuestros resultados demuestran que las plantas de la era moderna están experimentando niveles sin precedentes de daños causados por insectos, a pesar de la disminución generalizada de éstos", escriben los científicos, que sugieren que la disparidad puede explicarse por la actividad humana.
Los investigadores advierten de que es necesario seguir investigando para determinar las causas precisas del aumento de los daños causados por los insectos a las plantas, pero los científicos afirman que el calentamiento del clima, la urbanización y la introducción de especies invasoras han tenido probablemente un impacto importante.
"Nuestra hipótesis es que los seres humanos han influido en la frecuencia y la diversidad de los daños causados por los insectos en los bosques modernos, y que el mayor impacto humano se produjo después de la Revolución Industrial --escriben--. En consonancia con esta hipótesis, los especímenes de herbario de principios de la década de 2000 tenían un 23 por ciento más de probabilidades de sufrir daños por insectos que los especímenes recogidos a principios de la década de 1900, un patrón que se ha relacionado con el calentamiento del clima".
Pero el cambio climático no explica totalmente el aumento de los daños causados por los insectos, dicen. "Esta investigación sugiere que la fuerza de la influencia humana en las interacciones entre plantas e insectos no está controlada únicamente por el cambio climático, sino más bien por la forma en que los humanos interactúan con el paisaje terrestre", concluyen.