MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
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El PL surge como la principal fuerza con 99 de los 513 escaños disponibles del próximo legislativo, que arranca el 1 de febrero de 2023, teniendo así uno de cada cinco votos en la Cámara de Diputados, además de otros trece en el Senado donde también son mayoritarios, junto a sus aliados de Unión Brasil, con doce.
Entre los nuevos senadores están algunos de los exministros de Bolsonaro, como Damares Alves, Marcos Pontes, Rogério Marinho, o Jorge Seif, pero las presencias que más destacan son las del antiguo titular de Justicia y otrora aliado del presidente brasileño, Sergio Moro, y la del exvicepresidente Hamilton Mourao.
Quien no ha logrado los resultados previstos ha sido uno de los hijos del presidente brasileño, Eduardo Bolsonaro, quien ha perdido más de la mitad de lo votos que logró en 2018 y ha quedado tercero en la disputa para diputado federal por Sao Paulo, después de haber sido el candidato más votado de la historia del estado en las anteriores elecciones. No obstante, mantiene el cargo.
A pesar de este crecimiento, la correlación de fuerzas de partidarios y opositores a Bolsonaro, así como el centro, seguirá siendo la misma debido a la caída en los resultados de formaciones como el Paridos Socialista Brasileño (PSB) --aliado de Lula da Silva-- y el conservador Progresistas.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula en coalición con el Partido Verde y el Partido Comunista de Brasil ha logrado 80 diputados, doce más que en las anteriores elecciones. Otro de los bloques que se opone a Bolsonaro, el formado por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y Red de Sustentabilidad ha visto también crecer su representación en cuatro escaños y tendrá para el siguiente curso catorce.
No obstante, el crecimiento de este bloque de la izquierda se ha visto contrarrestado por la caída de otros partidos que se mueven por el mismo espectro, como el Partido Socialista Brasileño (PSB), que ha perdido diez diputados, o el Partido Democrático Laborista (PDT) de Ciro Gomes, que se queda con dos menos.
En caso de que Lula, se imponga en la segunda vuelta de las elecciones prevista para el 30 de octubre, tendrá muy complicado gobernar debido a esta composición tremendamente conservadora de ambas cámaras. Al candidato del PT le será muy difícil, por no decir casi imposible, formar mayorías ya que gran parte de la decena de partidos con los que negociar se mueven del centro a la extrema derecha.
Este domingo estaba en juego además las gobernaciones de los 27 entes federativos de la unión, donde se ha producido récord de reelecciones en primera vuelta. Al menos once de los 19 que se presentaban han logrado revalidar mandato, aunque la cifra podría llegar hasta los doce a la espera de que se confirme el resultado en el estado de Maranhao.
Teniendo en cuenta los resultados de primera vuelta, por ahora el PT de Lula se ha afianzado en tres de los estados que controlaba el inicio de las elecciones, Ceará, Río Grande del Norte y Piauí, mientras que otros once quedarán controlados por la derecha, aunque no necesariamente afín a Bolsonaro.
En Sao Paulo, el exministro de Minas y Energía de Bolsonaro, Tarcísio de Freitas ha superado al candidato del PT Fernando Haddad aunque se verán las caras en segunda vuelta. Un trámite que ha evitado en Río de Janeiro la propuesta bolsonarista de Claudio Castro, que venció sin problema a Marcelo Freixo, que si bien ha participado bajo las siglas del PSB, contaba con el apoyo de Lula.
Si bien el PL de Bolsonaro se ha hecho por el momento solo con la gobernación de Río de Janeiro, es el partido con mayor presencia en las disputas en segunda vuelta, teniendo así la posibilidad todavía de vencer en los estado de Espíritu Santo, Rondonia, Río Grande del Sur y Santa Catarina.