CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El gobierno de los Países Bajos calificó el sábado como “inusual” y “desproporcionada” la decisión de Nicaragua de romper relaciones diplomáticas, luego de que el país europeo criticara “las violaciones de los derechos humanos” por parte del régimen de Daniel Ortega y anunciara el cese de la construcción de un hospital en la zona norte del Caribe nicaragüense.
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En un mensaje vía Twitter, el ministro de relaciones exteriores holandés Wopke Hoekstra dijo que su gobierno “lamenta” la “decisión desproporcionada” tomada por Ortega la noche del viernes.
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“Tomamos una posición firme sobre el deterioro de las estructuras democráticas y las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua. Pero una discusión crítica siempre es mejor que terminar con las relaciones”, indicó.
Hoekstra observó que otros países también han notado “dificultades” para mantener un diálogo con Nicaragua y dijo que su gobierno discutirá con la Unión Europea (UE) los próximos pasos a tomar.
Ortega expresó el viernes su malestar por una reciente visita de la embajadora holandesa en Costa Rica, Christianne Pirenne, le comunicó al canciller Denis Moncada en Managua la suspensión de la construcción de un hospital en Bilwi (Caribe norte).
“La embajadora venía a hablarle a los nicaragüenses como que Nicaragua era una colonia holandesa de aquellas que siguen teniendo en algunas regiones”, dijo Ortega, y agregó que quien le falte el respeto a Nicaragua “que no vuelva a aparecer”. “No queremos relaciones con ese gobierno intervencionista”.
También calificó como “miseria humana” la suspensión de la construcción del hospital, valorado en unos 21,5 millones de dólares. La suspensión del proyecto fue anunciada por primera vez en 2018, cuando el gobierno de Holanda condenó la represión a las protestas sociales de ese año y trasladó su embajada de Managua a la capital costarricense.
Poco después del discurso de Ortega, la Cancillería emitió un comunicado en el cual “repudió y condenó” los “agravios y crímenes de esa Europa colonialista y neocolonialista”, y acusó a la embajada holandesa de violar la Convención de Viena sobre relaciones internacionales.
Según Managua, el gobierno de Holanda “ha ofendido y continúa ofendiendo a las familias nicaragüenses con amenazas y suspensiones de obras de bien común, como hospitales para comunidades originarias y afrodescendientes”.
En un comunicado de prensa, el gobierno holandés confirmó que la decisión nicaragüense se debe a la suspensión de la cooperación para construir el hospital en Bilwi. “En las circunstancias actuales, se ha decidido poner fin al proyecto de forma permanente”.
El documento consideró “lamentable que Nicaragua elija responder de esta manera desproporcionada a un mensaje crítico sobre la democracia y los derechos humanos”, y consideró que este “no es un hecho aislado”, pues esta semana la embajadora de la Unión Europea, Bettina Muscheidt, “fue declarada persona non grata” por el régimen nicaragüense.
El sábado, Muscheidt abandonó Nicaragua rumbo a Bruselas, con escala en México, según confirmaron fuentes diplomáticas a la AP.
Recordó que también fue declarado “non grato” el exnuncio en Nicaragua, Waldemar Sommerstag, expulsado del país en marzo pasado, y que al recién nombrado embajador de Estados Unidos, Hugo Rodríguez, “se le negó el acceso al país”.
Indicó que Holanda está “consultando con otros países europeos cómo responderán” a esta medida de Nicaragua, y que la Cancillería holandesa “vigila al centenar de holandeses que viven en Nicaragua. Si es necesario, también se ajustarán los consejos de viaje” a ese país.