COPENHAGUE (AP) — La OTAN advirtió el jueves que responderá a cualquier ataque a la infraestructura crítica de la organización, al indicar que los daños a dos gasoductos frente a Dinamarca y Suecia en aguas internacionales en el Báltico son resultado de sabotaje.
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“Cualquier ataque deliberado contra la infraestructura crítica de aliados encontrará una respuesta unida y decidida”, dijeron los embajadores de la OTAN en una declaración. Agregaron que los daños a los gasoductos entre Rusia y Alemania causan “una profunda preocupación”.
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La alianza expresó también que “toda la información disponible actualmente indica que esto es el resultado de actos de sabotaje deliberados, insensatos e irresponsables. Esos derrames están causando riesgos para la navegación y daños sustanciales al ambiente”.
La guardia costera de Suecia confirmó el jueves un cuarto derrame en las tuberías del Nord Stream frente al país.
“Tenemos escapes en dos posiciones” frente a Suecia, dijo el portavoz de la guardia costera Mattias Lindholm. Hay otros dos frente a Dinamarca.
Dos de los derrames son en el gasoducto Nord Stream 1 que recientemente dejó de suministrar gas, mientras que los otros dos son en el Nord Stream 2 que no ha comenzado a operar.
Aunque no estaban funcionando, ambos estaban llenos de gas, que ha escapado y aflorado a la superficie.
Los gasoductos Nord Stream pasan por el Báltico y transportan gas de Rusia a Alemania. Los gobiernos sueco y danés piensan que los derrames frente sus países son “acciones deliberadas”.
Antes de que se reportasen, se escucharon explosiones. La primera fue registrada por sismólogos el domingo por la mañana al sureste de la isla danesa de Bornholm. Una segunda, más poderosa, ocurrió al noreste de la isla esa noche y fue equivalente a un sismo de 2,3 de magnitud. Estaciones sísmicas en Dinamarca, Noruega y Finlandia también registraron las explosiones.
Algunos funcionarios europeos y expertos de energía dicen que Rusia es el culpable probable de cualquier sabotaje a los gasoductos — se beneficia directamente de los altos precios del gas y la ansiedad económica en Europa — aunque otros advirtieron que no debe conjeturarse hasta que se pueda determinar qué sucedió.