MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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Al menos 66.000 ciudadanos rusos entraron en la Unión Europea la semana pasada, lo que supone un 30 por ciento más de llegadas con respecto a la semana anterior. La mayoría de personas han pisado suelo europeo a través de Finlandia y Estonia.
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Este aumento "significativo" de los cruces, especialmente a través de Finlandia, se refleja también en los 30.000 ciudadanos rusos que han llegado al país en los últimos cuatro días, ha explicado este martes en un comunicado la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).
Estos ciudadanos rusos llegan a la Unión Europea con permisos de residencia, así como con visados para los estados miembros de la UE o asociados a Schengen, e incluso algunos de ellos tienen la doble nacionalidad.
Finlandia ya ha anunciado una política "estricta" para reducir la emisión de visados a los rusos que entren por su frontera en un intento por contener la situación, ya que ello ha causado un "grave daño a la posición internacional de Helsinki".
"Frontex estima que es probable que aumenten los cruces fronterizos ilegales si la Federación Rusa decide cerrar la frontera para posibles reclutas", ha especificado en dicho comunicado, agregando que a corto plazo aumentará el número de ciudadanos que lleguen a las fronteras de la UE "debido a la incertidumbre" relacionada con la movilización militar.
Además, ha aclarado que, a largo plazo, habrá "un aumento de los cruces fronterizos ilegales en las fronteras exteriores de la UE con Rusia y Ucrania, así como un aumento de las estancias ilegales en la UE por parte de ciudadanos rusos que ya se encuentran en los Estados miembros".
Desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania, ya han entrado en la Unión Europea a través de sus fronteras terrestres más de 1.303.000 ciudadanos rusos. Al mismo tiempo, más de 1.273.000 ciudadanos rusos han regresado a Rusia a través de sus fronteras terrestres con la UE.
La Comisión Europea evitó a primeros de agosto comentar un posible veto a los visados de turismo a ciudadanos rusos, dejando en manos de los Estados miembro de la Unión Europea limitar los visados para los turistas que llegan a territorio europeo por vía terrestre.
Finlandia y Rusia comparten unos 1.340 kilómetros de frontera, la más extensa entre todos los países de la Unión Europea. Hasta ahora los turistas rusos han podido entrar en el espacio Schengen por vía terrestre través de la frontera finlandesa, a diferencia de los países bálticos y Polonia, quienes impusieron restricciones más estrictas para evitar estas entradas.