MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La 'Azzurra' se unió a Croacia y Países Bajos y, al igual que el combinado neerlandés, jugará por segunda vez la fase final de la competición, un pequeño consuelo para seguir digiriendo la enorme decepción de haberse quedado fuera del Mundial de Catar.
El equipo de Roberto Mancini necesitaba ganar en el Puskas Arena a una Hungría a la que ya había ganado en su casa, pero que llegaba con la moral por las nubes tras ganar a Alemania en Leipzig, pero a la que quizá le pudo la presión del momento ante un rival que manejó mejor el partido sobre todo tras el gol de Raspadori.
El delantero de Nápoles no desperdició un error del conjunto húngaro en la salida de balón para poner a la tetracampeona del mundo por delante antes de la media hora de juego y premiar su mejor juego. Los de Marco Rose no consiguieron reponerse del golpe y apenas inquietaron en busca del empate, mientras que Di Lorenzo perdonó el 0-2.
Tras el descanso, Hungría tuvo una doble ocasión para igualar, pero Donnarumma lo impidió y a continuación Italia prácticamente sentenció en una buena jugada colectiva que finiquitó Dimarco y que dio una buena ventaja a la 'Azzurra', que su portero se encargó de que no se viese recortada para evitar agobios finales.
Por otro lado, en el otro partido del Grupo 3, en el que no había nada en juego, pero atractivo por enfrentar en Wembley a Inglaterra, ya descendida, y a Alemania, rival de España en el Mundial de Catar, hubo muchos goles y empate final a tres, con todos los tantos en la segunda mitad.
El combinado germano evitó encajar su segunda derrota consecutiva, también segunda desde que cogiese el mano Hansi Flick, después de desaprovechar que tenía el choque aparentemente controlado tras los goles de Ilkay Gündogan, de penalti en el minuto 52, y de Kai Havertz, en el 67.
Sin embargo, los de Gareth Southgate tuvieron carácter para reaccionar con tres goles entre el minuto 72 y el 83 obra de Luke Shaw, Mason Mount y Harry Kane, de penalti. Cuando los 'pross' esperaban sumar una victoria anímica, un error del guardameta Nick Pope permitió a Havertz ejercer de salvador visitante y alargar a seis encuentros la racha sin ganar de su rival, que se chocó por última vez en su intento de ganar con una gran mano de Marc-André ter Stegen.