MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha negado que se haya producido un cambio en la postura de España respecto al Sáhara Occidental tras el discurso pronunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha sostenido que no es necesario repetirla como "una letanía".
En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Albares ha quitado hierro al hecho de que Sánchez no hiciera mención al apoyo de España al plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
"No se trata de hacer una especie de letanía, verso a verso", ha defendido, asegurando que Sánchez "no dijo nada que no hubiera dicho en los últimos meses ni que no estuviera en la carta" que envió a Mohamed VI en la que manifestaba que el plan de autonomía presentado en 2007 es "la base más sólida" para resolver el diferendo.
Lo que hizo el presidente en la ONU es decir que "la solución tiene que ser política y mutuamente aceptable" en el marco de Naciones Unidas y eso "no es algo nuevo" sino que el Gobierno lo ha dicho "muchas veces" en estos meses, ha insistido.
En este sentido, ha recalcado que la declaración del 7 de abril suscrita durante la visita del presidente a Rabat "está vigente y es la hoja de ruta" en la que se sustenta la nueva etapa en la relación bilateral y que de hecho "se está cumpliendo en todos los puntos".
Albares ha resaltado en este punto que durante su encuentro con su homólogo marroquí, Naser Burita, la semana pasada en Nueva York quedó constatada la voluntad de seguir avanzando en este camino y de celebrar la Reunión de Alto Nivel antes de final de año, a ser posible en noviembre, así como que el paso de mercancias hacia Ceuta y Melilla, a través de las esperadas aduanas, se produzca "a principios de año, en torno al mes de enero".
MANO TENDIDA A ARGELIA
Por lo que se refiere a Argelia, el ministro ha reiterado una vez más el deseo del Gobierno de tener las mejores relaciones con este país dada la amistad que se profesan ambos pueblos y basadas en los mismos parámetros que las que hay con otros países vecinos y con los países árabes, de beneficio y respeto mutuo y sobre la base de la no injerencia en asuntos internos.
"Desde el primer día la mano de España ha estado tendida" a Argelia, ha recalcado el ministro, pero "se necesitan dos para forjar una relación", ha reconocido. Así las cosas, ha dejado claro que el Gobierno no cejará en su "empeño" por recuperar la relación con Argelia, que retiró a su embajador en marzo a raíz del apoyo de España al plan de autonomía para el Sáhara y el junio suspendió el Tratado de Amistad.
Como en ocasiones anteriores, Albares se ha remitido a la necesidad de discreción en diplomacia para no desvelar si hay interlocución con Argelia y ha reconocido que sigue habiendo bloqueo de algunas operaciones comerciales.
"Espero que haya una normalización comercial igual que espero que haya una normalización en las relaciones", ha rematado, tras afear al PP la "frivolidad" con la que a su juicio está tratando la crisis con Argelia pese a que "lo que está en juegos son los intereses de España".