El Departamento de Defensa de Estados Unidos envió a Corea del Sur el portaaviones ‘Ronald Reagan’, que realiza su primera escala en esta zona en casi cuatro años para participar supuestamente en unas maniobras militares entre los dos países, aliados frente a la amenaza que representa Corea del Norte.
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El buque, que llegó acompañado por otras embarcaciones de escolta, atracó en la ciudad de Busán y, para el comandante del grupo de ataque del portaviones, Michael Donnelly, supone una demostración “clara” por parte de Washington de su alianza con Seúl.
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Las autoridades norteamericanas no quieren confirmar segundas lecturas sobre este despliegue, si bien coincide con el creciente temor a que el régimen de Kim Jong Un en forma de nuevos ensayos de misiles o incluso una prueba nuclear, informa la agencia de noticias Yonhap.
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El Parlamento norcoreano aprobó recientemente una nueva ley que estipula en qué momentos Pyongyang podría dar luz verde a un ataque nuclear. El texto recoge entre las posibilidades de uso de este armamento no sólo la respuesta a potenciales ataques, sino también una posible amenaza a Kim Jong Un.
