VARSOVIA (AP) — Miembros del Parlamento Europeo que investigan el uso de spyware por parte de gobiernos de la Unión Europea fustigaron a Israel el miércoles por su falta de trasparencia al permitir la venta de poderosos programas de espionaje a gobiernos europeos, que los han utilizado para obtener información sobre sus opositores.
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Los legisladores condenaron también al gobierno polaco por negarse a recibirlos durante una visita a Varsovia para reunir información que finalizó el miércoles.
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“Es lamentable y condenamos el hecho de que las autoridades polacas no quisieron colaborar con nuestro comité investigador”, dijo Jeroen Lenaers, jefe de la delegación, en conferencia de prensa en Varsovia.
“Creemos que es una señal elocuente de la falta total de importancia que atribuye el gobierno a los limitantes y equilibrios, a la investigación democrática y al diálogo con representantes electos”.
El comité estudia cómo los gobiernos han usado el software Pegasus y otras herramientas cibernéticas de vigilancia, que consideran una amenaza a la democracia dentro del bloque de 27 naciones.
Pegasus, creado por la empresa israelí NSO Group, se instala en dispositivos tales como teléfonos celulares para recolectar mensajes de texto, contraseñas, ubicaciones y grabaciones, entre otra información. La empresa presenta la tecnología como una herramienta a usar contra delincuentes, pero se han descubierto muchos casos en el mundo de gobiernos que la usan contra disidentes, periodistas y políticos opositores.
En Europa, los investigadores han encontrado rastros de Pegasus y otros programas de espionaje en Polonia, Hungría, España y Grecia.
Sophie in ’t Veld, la ponente de la comisión investigadora, dijo que el NSO Group ha vendido su programa a 14 gobiernos de la UE utilizando licencias de exportación emitidas por el gobierno israelí. NSO dejó de vender a dos de ellos, pero no identificó cuáles eran. Se cree que son Polonia y Hungría debido a sus medidas antidemocráticas.
“¿Por qué no podemos decir con certeza que Polonia fue uno de los dos países cuyo contrato fue anulado?”, se preguntó. “¿Por qué se permite a NSO operar en la Unión Europea, administrar sus finanzas a través de Luxemburgo, vender sus productos a 12 Estados Miembros, productos que se han utilizado para violar los derechos de ciudadanos europeos y atacar la democracia de la Unión Europea?”.
Israel, un aliado, debería “cooperar con nosotros en la protección de nuestros ciudadanos”, dijo.