LONDRES (AP) — Gran Bretaña impondrá un tope a las facturas mayoristas de energía a empresas este invierno, según anunció el gobierno el miércoles, dentro de un paquete de medidas para proteger a personas y compañías ante unos precios disparados de la energía.
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El tope se aplicará durante seis meses a partir del 1 de octubre y garantizará que los negocios “pueden pasar el invierno”, dijo la primera ministra, Liz Truss.
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Tiendas y pubs podrán beneficiarse de las ayudas financieras para sus facturas de energía más allá de ese periodo inicial, añadió.
“Vamos a revisarlo después de seis meses. Nos aseguraremos de que los negocios más vulnerables, como pubs, como tiendas, siguen teniendo apoyo después de eso", dijo Truss, que está en Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.
La medida se suma a otras iniciativas similares anunciadas este mes para limitar los precios de la energía en el país y ayudar a millones de personas que tienen problemas para calentar sus casas en medio de una crisis de coste de la vida.
Truss dijo el 8 de septiembre que la “garantía de precio de energía” de dos años implica que las facturas medias de los hogares para calefacción y electricidad no superarán las 2.500 libras (2.872 dólares) al año. Se esperaba que las facturas subieran a 3.500 libras (4.000 dólares) al año a partir de octubre, un aumento del 80% desde la factura media anual actual, 1.971 libras.
El gobierno estimó que las medidas reducirían la creciente tasa de inflación británica.