LONDRES (AP) — Gran Bretaña y el mundo se despedían el lunes de la reina Isabel II en un funeral de estado que reuniría a presidentes y reyes, príncipes y primeros ministros, así como hasta un millón de personas en las calles de Londres, para dar un último adiós a una monarca cuyos 70 años de reinado definieron toda una época.
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La jornada repleta de actos funerarios en Londres y Windsor comenzó temprano cuando las puertas del Salón de Westminster se cerraron al público después de que cientos de miles de personas pasaran ante el ataúd desde el 14 de septiembre. Muchos de ellos pasaron frías noches al raso para presentar sus respetos ante el féretro de la reina, en una conmovedora muestra de duelo nacional.
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El cierre del salón ponía fin a cuatro días completos en los que la reina yació en cuerpo presente y daba inicio al primer funeral de estado británico desde el celebrado en 1965 por Winston Churchill, el primero de los 15 primeros ministros del reinado de Isabel. Dos días antes de su muerte el 8 de septiembre en su residencia veraniega de Balmoral, la reina nombró a su última primera ministra, Liz Truss.
Una de las últimas en sumarse a la fila para ver el ataúd fue Tracy Dobson, de Hertfordshire, al norte de Londres.
“Sentí que tenía que venir y presentar mis últimos respetos a nuestra majestuosa reina, ha hecho mucho por nosotros, y (es) apenas un pequeño agradecimiento de la gente”, dijo.
El lunes fue declarado feriado nacional en honor de Isabel, que murió a los 96 años. Su funeral se retransmitiría en vivo a unos 200 países y territorios del mundo, y se mostraría en pantallas para la multitud en parques y espacios públicos británicos.
Policías de todo el país participarían en la mayor operación policial de un día de la historia de Londres.
Para el funeral, el ataúd de Isabel será trasladado desde el Salón de Westminster, al otro lado de la calle hasta la Abadía de Westminster, en un carro real de armas. Se utilizó el mismo carruaje para llevar los ataúdes de los fallecidos reyes Eduardo VII, Jorge V y Jorge VI, así como el de Churchill.
El funeral terminará con dos minutos de silencio seguidos por el himno nacional y una pieza de gaita, antes de que el ataúd se lleve en procesión, escoltado por unidades militares con traje de gala y sus hijos caminando detrás, al arco de Wellington cerca del Palacio de Buckingham.
Allí se colocará en un auto fúnebre que lo llevará a Windsor para otro cortejo fúnebre por el Long Walk, una avenida de cinco kilómetros (tres millas) hasta el castillo de la localidad, antes de una misa en la capilla de San Jorge. Después será sepultada junto a su fallecido esposo, el príncipe Felipe, en una acto familiar privado.
El centro de Londres ya estaba lleno antes del amanecer del lunes de gente que buscaba un sitio con buena visibilidad, y las autoridades advirtieron de grandes aglomeraciones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, era uno de los líderes mundiales que presentaría sus respetos el domingo a la reina Isabel II, en una de las mayores reuniones de mandatarios producida en años.
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Danica Kirka y David Keyton contribuyeron a este despacho.