LOÍZA, Puerto Rico (AP) — Jetsabel Osorio Chévere levantó la vista con una sonrisa triste mientras se apoyaba en su maltrecha casa.
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Han pasado casi cinco años desde que el huracán María azotó Puerto Rico y nadie le ha ofrecido a su familia una lona de plástico o paneles de zinc para reemplazar el techo que la tormenta de categoría 4 arrancó de la casa de dos pisos en un rincón pobre de Loíza, en la costa norte.
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“Aquí nadie viene a dar ayuda”, dijo la joven de 19 años.
Es un lamento ya conocido en este territorio estadounidense de 3,2 millones de habitantes donde miles de casas, caminos y áreas recreativas aún no se han reparado o reconstruido desde que María azotó en septiembre de 2017. El gobierno ha completado solo el 21% de más de 5.500 obras oficiales posteriores al huracán, y siete de los 78 municipios de la isla informan que no se ha iniciado ningún proyecto. Solo cinco municipios informan que la mitad de los proyectos programados para su región se han completado, según datos gubernamentales revisados por The Associated Press.
Y con el pronóstico de que la tormenta tropical Fiona azotará a Puerto Rico el domingo, posiblemente como un huracán, más de 3.600 hogares todavía tienen una lona azul hecha jirones que sirve como techo improvisado.
“Eso es inaceptable”, dijo Cristina Miranda, directora ejecutiva de la organización local sin fines de lucro League of Cities. “Cinco años después, la incertidumbre aún prevalece”.
El gobernador de Puerto Rico y Deanne Criswell, jefa de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés) y quien recientemente visitó la isla, enfatizaron que el trabajo posterior al huracán está en marcha, pero muchos se preguntan cuánto tiempo más tomará y les preocupa otra tormenta devastadora.
“Reconocemos la preocupación de que la recuperación puede parecer que no avanza lo suficientemente rápido cinco años después”, dijo Criswell. “El huracán María fue un evento catastrófico que causó daños realmente complejos”.
El huracán dañó o destruyó cientos de miles de viviendas y causó unas 2.975 muertes tras arrasar con la red eléctrica de la isla. Las cuadrillas comenzaron recientemente a reconstruir la red con más de 9.000 millones de fondos federales. Persisten los apagones en toda la isla que dañan los electrodomésticos y obligan a las personas con problemas de salud crónicos a encontrar soluciones temporales para mantener fríos sus medicamentos.