MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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El ministro de Defensa de Israel, Benjamin Gantz, ha advertido este jueves de que "Líbano pagará el precio" si el partido-milicia chií Hezbolá lleva a cabo un ataque contra el campo gasístico de Karish, en una zona en disputa entre ambos países.
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"Si (el líder de Hezbolá, Hasán) Nasralá quiere intentarlo y causar daños en la plataforma petrolera de Karish, puede hacerlo, pero Líbano pagará el precio", ha señalado, según ha recogido el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
Así, ha resaltado que Israel está preparado para lograr un acuerdo sobre la delimitación de la frontera marítima con Líbano, si bien ha incidido en que defenderá por la vía militar sus derechos sobre el campo gasístico de Karish, en el centro de la disputa.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, dijo el miércoles que el enviado de Estados Unidos y mediador, Amos Hochstein, está logrando "reducir las diferencias entre las partes". "Creemos que un compromiso duradero es posible", sostuvo.
En este sentido, el presidente libanés, Michel Aoun, dijo el miércoles que "los contactos para concretar el asunto de la demarcación han registrado grandes progresos en los que Líbano ha logrado lo que le permitiría explotar sus recursos en sus aguas".
"Hay detalles técnicos que están siendo estudiados para lograr los intereses, los derechos y la soberanía de Líbano", afirmó, antes de resaltar que la demarcación fronteriza "permitirá a Líbano lanzar el proceso de exploración de petróleo y gas en los campos dentro de la Zona Económica Exclusiva".
"Eso dará a la economía libanés un ímpetu positivo para salir de la crisis que nos afecta desde hace años", argumentó el presidente de Líbano, tal y como recogió el portal de noticias Naharnet.
Israel y Líbano, que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas, iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.