MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
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El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este miércoles la creación de un fondo externo para gestionar reservas afganas por valor de 3.500 millones de dólares (cerca de 3.500 millones de euros) tras determinar que no puede confiar en la gestión que puedan realizar los talibán en caso de que los fondos sean descongelados.
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"Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado y en coordinación con socios internacionales, incluidos el Gobierno de Suiza y expertos económicos afganos, anuncia la creación de un fondo para beneficiar al pueblo afgano", ha señalado un portavoz del Departamento de Estado.
Así, ha recalcado en un comunicado que "Estados Unidos sigue comprometido a apoyar al pueblo de Afganistán en medio de las actuales crisis económicas y humanitarias" y ha detallado que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha autorizado que los 3.500 millones de dólares en reservas del Banco Central "sean usados en beneficio de la población mientras que mantienen lejos de las manos de los talibán y otros actores malintencionados".
"El Fondo de Afganistán protegerá, preservará y hará desembolsos concretos de estos 3.500 millones de dólares que ayudarán a dar una mayor estabilidad a la economía afgana", ha dicho, antes de hacer hincapié en que "los talibán no son parte" del mecanismo. "Se han puesto en marcha salvaguardas robustas para evitar que los fondos sean usados para actividades ilícitas", ha argumentado.
En esta línea, ha reseñado que "el Fondo de Afganistán mantendrá su cuenta en el seno del Bank for International Settlements (BIS), con sede en Suiza" y ha añadido que "un auditor externo supervisará y auditará el fondo, tal y como requiere la legislación suiza".
"El pueblo de Afganistán hace frente a crisis humanitarias y económicas nacidas de décadas de conflicto, grave sequía, la COVID-19 y la corrupción endémica", ha explicado la subsecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, que ha descrito la decisión como "un paso importante y concreto para garantizar que pueden entregarse recursos adicionales para reducir el sufrimiento y mejorar la estabilidad económica para el pueblo de Afganistán, mientras se sigue haciendo que los talibán rindan cuentas".
Sherman ha argüido que "Estados Unidos es el mayor donante de ayuda humanitaria" y ha incidido en que Washington "ha trabajado con el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo para hacer que más de mil millones de dólares estén disponibles para dar asistencia en servicios básicos y otras necesidades urgentes, además de entregar 814 millones de dólares en ayuda humanitaria directa a socios en apoyo al pueblo afgano mientras que evita que los fondos beneficien a los talibán".
Por su parte, el vicesecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, ha defendido que "el Fondo de Afganistán ayudará a mitigar los desafíos económicos a los que hace frente Afganistán mientras se protegen y preservan los 3.500 millones de dólares en reservas del Da Afghanistan Bank (DAB), el Banco Central de Afganistán, para el beneficio del pueblo afgano".
"La represión de los talibán y su mala gestión económica han exacerbado los desafíos económicos de larga data en Afganistán, incluidas acciones que han reducido la capacidad de instituciones económicas clave, y han provocado que en retorno de estos fondos a Afganistán sea insostenible", ha dicho. "A través de este fondo, Estados Unidos trabajará de cerca con nuestros socios internacionales para facilitar el uso de estos activos para mejorar la vida de la gente en Afganistán", ha zanjado.
Biden ordenó en marzo la descongelación de estos activos para facilitar la ayuda humanitaria al país centroasiático, después de décadas de conflicto que culminaron en la victoria del movimiento talibán en agosto de 2021 y la consiguiente suspensión de los programas de ayuda internacional que permanecían vigentes con el derrocado Gobierno de Afganistán.
La Casa Blanca defendió entonces que el objetivo era "abrir un camino para que los fondos lleguen a la gente de Afganistán, mientras los mantiene fuera del alcance de los talibán y otros actores malintencionados", como los describe Estados Unidos, mientras que el Banco Central de Afganistán recordó que dichos fondos son necesarios "para aplicar la política monetaria, facilitar el comercio internacional y estabilizar el sector financiero" y resaltó que "los verdaderos propietarios de estas reservas son los ciudadanos de Afganistán".
Los talibán han exigido en varias ocasiones a Estados Unidos que descongele estos fondos y los entregue a las nuevas autoridades y han argumentado que la negativa de Washington está ahondando las graves crisis en el país centroasiático y limitando su capacidad de dar una respuesta a la situación. Sin embargo, Estados Unidos ve con suspicacia estas peticiones y considera que no hay forma de garantizar que el dinero no será desviado a otros fines, incluido un apoyo al terrorismo.