MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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Las partes se han reunido durante el fin de semana para llegar a un acuerdo y, a pesar de haber encontrado puntos comunes, los pactos requieren de la ratificación por sus miembros.
La posibilidad de una huelga de los sindicatos que representan a más de 90.000 trabajadores preocupa a las empresas de todo el país, ya que dicha medida, que se llevaría a cabo el 16 de este mes, podría paralizar casi el 30 por ciento de la carga del país, según datos de la Oficina de Estadísticas de Transporte, recogidas por CNN.
Biden evitó una huelga hace dos meses al imponer un período de reflexión en el que se analizaron los temas en disputa en negociaciones y se emitió un acuerdo. Este margen expira este viernes y solamente hay dos vías para evitar la huelga: mediante un acuerdo entre las partes o extendiendo el actual periodo de reflexión.
El Congreso tiene la autoridad para extender el plazo, pero los sindicatos han instado a los legisladores a no intervenir en las negociaciones.
"En este momento en el que hay tanta preocupación pública sobre la cadena de suministro y la inflación, creo que habrá mucha presión sobre el Congreso para que intervenga", ha afirmado abogada Sharon Block, quien trabajó en las administraciones de Barack Obama y Biden. "Ciertamente, el mejor resultado es que haya alguna resolución antes de eso", ha agregado, en declaraciones recogidas por Bloomberg.
La Casa Blanca considera que estas tensiones deben resolverse sin poner en peligro la economía ni socavar el apoyo de los demócratas entre los trabajadores.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha afirmado este domingo que la Administración Biden está haciendo un seguimiento de las negociaciones. "Esperamos que tengan éxito en evitar un choque en la cadena de suministros que afecte la economía del país", ha dicho en un programa de la cadena CNN, según ha recogido Bloomberg.
La amenaza de huelga se produce cuando varias compañías de ferrocarriles han anunciado que han conseguido ganancias récord. Los sindicatos argumentan que las empresas están obteniendo ganancias a costa de sus empleados, mediante condiciones que impulsan las renuncias de los trabajadores, informa la CNN.