BEIJING (AP) — Fuertes lluvias complicaban el jueves los esfuerzos de recuperación tras un sismo en el suroeste de China, donde la cifra de muertos del desastre del lunes subió a 82 personas.
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Más de 200.000 personas fueron trasladadas a refugios temporales ante la amenaza de aludes de tierra y derrumbes de edificios en la región de montaña de la provincia de Sichuan, según dijeron el jueves medios estatales. Se esperaba que las lluvias durasen al menos hasta el viernes.
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Otras 35 personas estaban desaparecidas y 270 fueron hospitalizadas con lesiones causadas por el sismo de magnitud 6,8, que allanó edificios y arrojó grandes piedras sobre carreteras en la Región Autónoma Tibetana de Ganze, en Sichuan, y la vecina ciudad de Ya'an, según los reportes.
Los edificios también temblaron en la capital de la provincia, Chengdu, donde 21 millones de personas estaban entre los 65 millones de chinos sujetos a estrictos confinamientos contra el COVID-19 que les impedían salir de sus viviendas y complejos residenciales.
Tras el temblor, policías y trabajadores sanitarios en Chengdu se negaron a permitir que los ansiosos vecinos salieran, lo que aumentó la frustración de la gente por la estricta política del gobierno de cero COVID, que implica cuarentenas, confinamientos y otras restricciones mientras el resto del mundo ya ha reabierto en su mayor parte.
Pese a su impacto sobre la economía y la opinión pública, esa estrategia se ha identificado con el presidente y líder del Partido Comunista, Xi Jinping, en lo que se ha descrito como una politización de la salud.
El gobierno también ha desaconsejado los viajes internos durante el festival de mediados de otoño, que se celebra el sábado, y la semana feriada nacional a principios de octubre.
Se han reportado brotes de coronavirus en 103 ciudades, la cifra más alta desde los primeros días de la pandemia a principios de 2020.
El epicentro del terremoto del lunes estaba en una zona montañosa del condado Luding, al borde de la Meseta Tibetana y a unos 200 kilómetros (125 millas) de Chengdu.
La fricción entre placas tectónicas en la región provoca sismos frecuentes, como el más mortal que ha sufrido China en los últimos años, un terremoto de magnitud 7,9 que mató a casi 90.000 personas en Sichuan.
Ese temblor devastó ciudades, escuelas y comunidades rurales a las afueras de Chengdu, lo que dio inicio a un largo esfuerzo por reconstruir con materiales más resistentes.