BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano Gustavo Petro asistía el martes a las honras fúnebres de los policías asesinados recientemente con artefactos explosivos, el mayor ataque a la fuerza pública durante su primer mes de gobierno.
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El asesinato de los siete agentes ha causado rechazo en el país andino, donde los policías suelen ser blanco de ataques por parte de los grupos armados ilegales. Las autoridades no han señalado a los presuntos responsables del reciente crimen perpetrado en la zona rural de Neiva, la capital del departamento de Huila, al oeste del país.
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La ceremonia religiosa se llevaba a cabo en Neiva, donde arribó el presidente Petro para acompañar a las familias de las víctimas.
Los uniformados fueron atacados en la tarde del pasado viernes cuando se desplazaban en un vehículo oficial por la zona rural. Además del artefacto explosivo, los policías recibieron ráfagas de disparos.
Gustavo Esquivel Rojas, uno de los policías, logró sobrevivir luego de que su rastro se perdiera por horas y fuese declarado como uno de los fallecidos por el presidente. Tras la explosión, Esquivel escapó del lugar herido sin ser detectado mientras otros de sus compañeros eran atacados con ráfagas de fusil. Encontró ayuda en una de las casas rurales y allí se vistió de civil y envió un mensaje pidiendo ayuda desde un celular.
El gobierno ha rechazado el ataque y ha dicho que se trata de un “saboteo” a los propósitos de superar la violencia buscando negociaciones de paz y sometimiento a la justicia de los grupos armados.