WASHINGTON (AP) — La Casa Blanca expresó el miércoles su optimismo con respecto a un declive en los casos de viruela símica en Estados Unidos y un aumento en la tasa de vacunación contra el virus, a pesar de que se han agudizado las disparidades raciales en los casos reportados.
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Con la promesa de incrementar el suministro de vacunas en los festivales del Orgullo LGBTQ en todo el país en las próximas semanas, el doctor Demetre Daskalakis, coordinador adjunto de la respuesta nacional de la Casa Blanca a la viruela símica, aseguró que ya se han administrado más de 460.000 dosis.
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“Nuestro objetivo es controlar este brote en Estados Unidos”, dijo Daskalakis. “Estamos viendo un avance sólido, aplicando vacunas. Ahora que el suministro ya no representa tanto un problema, necesitamos asegurarnos de que la demanda se mantenga”.
Estados Unidos tiene la mayor cantidad de infecciones a nivel mundial, con 20.733 casos reportados hasta el martes, de los cuales el 98% son en hombres, y el 93% de ellos dijo que tuvo contactos sexuales recientes con otros hombres.
El virus, que puede causar sarpullido, fiebre, dolor corporal y escalofríos, se propaga a través del contacto cercano piel a piel y la exposición prolongada a las gotas respiratorias. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) han recomendado que cualquier hombre que tenga múltiples compañeros sexuales varones o transgénero sopese la opción de vacunarse.
El número de infecciones está disminuyendo después de alcanzar un pico de 870 casos en un solo día el 22 de agosto. Pero el declive ha revelado profundas divisiones raciales.
Mientras que los casos entre hombres blancos han descendido en las últimas semanas, las personas negras conforman un creciente porcentaje de las infecciones, casi el 38% durante la última semana de agosto, según los datos disponibles más recientes. En las primeras semanas del brote, las personas de raza negra representaban menos de una cuarta parte de los casos reportados.
El número de hispanos infectados también es desproporcionadamente elevado, con casi una tercera parte de los contagios en las últimas semanas.
Esta tendencia significa que los mensajes de salud pública y las vacunas no están llegando de manera efectiva a esas comunidades, dijo el doctor Amesh Adalja, académico del Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria.
“Eso nos indica que debe haber una recalibración significativa en las intervenciones”, dijo Adalja. “No tienen el impacto que deberían”.