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Karra Elejalde protagoniza 'La vida padre': "Hay muchas cosas en las que cualquier tiempo pasado fue mejor"

MADRID, 6 (CulturaOcio) Karra Elejalde y Enric Auquer interpretan a un padre y un hijo que, 30 años después, se reencuentran en muy extrañas circunstancias en 'La vida padre', la nueva película de Joaquín Mazón ('Cuerpo de Élite') que llega el viernes 16 de septiembre a los cines. Un filme que aúna comedia y gastronomía para reflejar la importancia de la familia, el choque generacional y también para demostrar, según asegura Elejalde, que "hay muchas cosas en las que cualquier tiempo pasado fue mejor".

Karra Elejaldre y Enric Auquer EDUARDO PARRA/EUROPA PRESS (EDUARDO PARRA/Europa Press)

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MADRID, 6 (CulturaOcio)

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Karra Elejalde y Enric Auquer interpretan a un padre y un hijo que, 30 años después, se reencuentran en muy extrañas circunstancias en 'La vida padre', la nueva película de Joaquín Mazón ('Cuerpo de Élite') que llega el viernes 16 de septiembre a los cines. Un filme que aúna comedia y gastronomía para reflejar la importancia de la familia, el choque generacional y también para demostrar, según asegura Elejalde, que "hay muchas cosas en las que cualquier tiempo pasado fue mejor".

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Con guion de Joaquín Oristrell ('Todos los hombres sois iguales', '¿De qué se ríen las mujeres?') 'La vida padre' relata la historia de Mikel (Auquer), un joven y ambicioso chef que se topa inesperadamente con su padre, Juan (Elejalde), también cocinero, que desapareció hace treinta años. En un momento crítico para el futuro de su restaurante, que heredó precisamente de su padre, Mikel deberá lidiar con esta impactante sorpresa y con la singular condición de su protegintor, que sufre Síndrome de Korsakoff, un raro trastorno mental que le ha dejado anclado en los años 90, en la época en la que desapareció.

"Las personas que sufren la enfermedad del personaje que interpreto en la película recuerdan mucho más el pasado que lo que sucedió ayer. Para ellos cada día es un despertarse a la incógnita", explica Elejalde que, comparando aquellos años 90 con la época actual, admite mejoría en ciertos aspectos, pero también afirma que "hay muchas cosas que a mí personalmente me parecen que están peor".

"Con lo cibernético, lo tecnológico y tal... hemos involucionado. Antes nos comunicábamos más. Ahora te subes a un tren y si hay 30 personas en el vagón, están todos en su burbuja. Hay muchas cosas en las que cualquier tiempo pasado fue mejor", sentencia el ganador de dos premios Goya en una entrevista concedida a Europa Press.

Un diagnóstico en el que coincide el director del filme, aunque desde un razonamiento diferente. "Socialmente no sé si hemos mejorado tanto. Igual en los 90 teníamos más libertad. Ahora hay que pensarse mucho todo lo que uno hace mientras que en aquel momento era una explosión de creatividad y de libertad de opinión. No digo que estemos peor... pero hemos cambiado", señala Mazón que destaca que en este contraste entre las dos épocas, Bilbao, la ciudad en la que se desarrolla la trama del filme y de la que es natural Elejalde, juega un papel fundamental.

"CARTA DE AMOR A LOS DOS BILBAOS"

En este sentido, el cineasta destaca que "Bilbao es un personaje más de la película por ese cambio tan brutal social, político, cultural y de imagen que ha pegado la ciudad". "Han cambiado muchas cosas y algunas son muy obvias", expone el director sin llegar a mencionar la lacra del terrorismo. "Es una ciudad que ha cambiado mucho a cómo era, pero nos metemos ya en unos temas políticos un poco peliagudos", apunta Megan Montaner, que da vida a Nagore, la neuróloga que trata la enfermedad de Juan.

"Hay un fuerte contraste entre un Bilbao más gris, más industrial frente a un Bilbao más limpio o más bonito, pero puede que se haya perdido también una esencia que antes existía y ahora ya no", apostilla Auquer que destaca que "algo parecido pasa con la cocina". Especialmente, expone el ganador del Goya al mejor actor revelación por 'Quien a hierro mata', el ámbito de la cocina de vanguardia, de la que su personaje Mikel una estrella cuya forma de ver la vida, y la profesión, contrasta con la de su padre, un cocinero más tradicional que le hará replantearse su profesión. "Hay una necesidad de reinventar y reinventar constantemente y al final ya no sabes qué estás reinventando. Si no te vas al origen, se pierde la esencia", reflexiona.

"La película es un homenaje a los dos 'Bilbaos', hay un enorme cariño y respeto por la ciudad de antes y también por la de ahora", apunta Elejalde que reconoce que "quizás" el tenía algo más de responsabilidad "jugando en casa" a la hora de afrontar este proyecto. "Pero ya se sabe lo que dicen, eso de que 'Nadie es "croqueta" en su tierra'. Así que hay de todo, hay cosas para las cuales rodar en tu ciudad es mejor... y otras para las que es peor", dice con una sonrisa el intérprete que recuerda que el rodaje de 'La vida padre' fue "muy bonito e intenso", pero también accidentado ya que se fracturó una costilla el segundo día".

"Estuve seis semanas fastidiado. No me podía reír, ni estornudar, ni toser...", recuerda Elejalde, que asegura que el punto fuerte de 'La vida padre' como comedia es "su naturalismo y su drama". Y es que, sostiene el actor de 'Ocho apellidos vascos' y 'Mientras dure la guerra', la mejor comedia "surge del drama" de personajes que "lo pasan mal".

"Si tú haces reír mientras cuentas tu problema... ese problema no existe. Cuando alguien lo pasa mal, la gente se ríe: la catarsis se da cuando alguien está en problemas", sentencia el actor. "La comedia llega desde lo que les sucede a los personajes, no desde el chiste fácil. Es una historia de reencuentros y de personajes, y la comedia nace de su conflicto", concluye el director.

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