MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La investigación se realizó en concreto sobre el gusano de la espiga del maiz ('Helicoverpa zea'), una plaga que arrasa el maíz, el algodón, la soja, los pimientos, los tomates y otros cultivos hortícolas.
La capacidad de vigilar mejor la plaga y hacer predicciones sobre dónde aparecerá podría ayudar a los agricultores a controlar la plaga con mayor eficacia, lo que reduciría el impacto financiero y medioambiental del uso de pesticidas, según el estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Los investigadores combinaron datos históricos de la temperatura del suelo con datos de seguimiento del gusano del maíz a largo plazo e información sobre cómo sobrevive la plaga a las condiciones de frío en un entorno de laboratorio para comprender mejor el "éxito de la hibernación", es decir, lo bien que puede sobrevivir la plaga bajo tierra durante los meses más fríos del invierno.
Según los investigadores, un mayor éxito de hibernación puede ampliar las zonas en las que la plaga puede vivir y prosperar, ya que puede migrar largas distancias. En general, un mayor éxito de hibernación en latitudes más septentrionales aumenta el potencial de daños en los cultivos por esta plaga más al norte. El cambio climático también afecta al éxito de la hibernación.
"Existe la idea preconcebida de que las plagas tienen poco éxito en la hibernación al norte de los 40 grados de latitud --explica en un comunicado Douglas Lawton, antiguo investigador postdoctoral de NC State y coautor de un artículo que describe la investigación--. Eso pudo ser cierto en la década de 1930, pero ahora tenemos más pruebas basadas en datos para plantear y responder a la pregunta: "¿Dónde puede invernar realmente esta especie?".
La investigación muestra que los 40 grados de latitud no son la mejor división para el éxito de la hibernación, hasta el punto de que los investigadores idearon sus propios mapas -superponiendo los tres conjuntos de datos diferentes- para mostrar tres zonas geográficas relevantes: una "zona sur" en la que las plagas sobreviven durante los meses de invierno, una zona de "límites norte" en la que las plagas son generalmente incapaces de sobrevivir durante los meses de invierno, y una "zona de transición" entre las zonas norte y sur en la que las plagas pueden o no sobrevivir durante el invierno.
"Estas zonas son biológicamente relevantes y están respaldadas por estudios en el laboratorio y la literatura académica", añade Lawton.
Los investigadores utilizaron las tres zonas para mostrar las tendencias históricas del gusano del maíz y luego utilizaron un modelo para hacer predicciones sobre la propagación de la plaga hasta finales de siglo. Sorprendentemente, la zona sur creció un 3% desde 1981. Los modelos sugieren que la zona sur duplicará su tamaño a finales de siglo y se desplazará hacia el norte, mientras que las otras dos zonas se reducirán.
"A medida que cambie el clima, es probable que las zonas de hibernación se desplacen hacia el norte", advierte Anders Huseth, profesor adjunto de entomología en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y otro de los autores del artículo.
Minnesota, con sus duros inviernos, no tuvo éxito en la hibernación del gusano del maíz desde 1950 hasta 2021, según los datos. Sin embargo, a finales de siglo, los modelos de predicción muestran a todo el estado firmemente en la Zona de Transición.
"Este es el canario en la mina de carbón para las plagas agrícolas --subraya Huseth--. Dar sentido a lo que está ocurriendo con esta plaga es realmente importante para los productores agrícolas. Hemos mostrado aquí el elemento de incertidumbre que puede tener efectos demostrables en los agricultores y potencialmente nuevas oportunidades de selección de resistencia a los pesticidas. Nuestros modelos visualizan ese cambio y proporcionan piedras de toque para la gestión de la plaga", destaca.
"Ahora nos gustaría conseguir una herramienta de previsión mejor para esta plaga, junto con un modelo de predicción del riesgo, con el fin de ofrecer a los agricultores una mejor información sobre la propagación de la plaga --comenta--. El éxito en este caso podría reducir tanto los costes para los agricultores como los pesticidas en el medio ambiente".