JERUSALÉN (AP) — Las autoridades israelíes presentaron el lunes un plan para construir casi 500 viviendas en un nuevo asentamiento judío en Jerusalén que, según grupos de derechos humanos, lo separará aún más de la cercana ciudad palestina de Belén y del sur de Cisjordania.
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El proyecto Givat HaShaked forma parte de un grupo de asentamientos en el extremo sur de Jerusalén oriental, muchos de los cuales ya se han convertido en auténticos barrios residenciales. Los críticos dicen que dichos asentamientos socavan aún más cualquier esperanza de una solución de dos Estados.
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Ir Amim, un grupo israelí de derechos humanos que sigue de cerca los acontecimientos en Jerusalén, dijo que el plan del asentamiento fue aprobado el lunes para escuchar las objeciones, un paso clave de un proceso burocrático que podría durar meses o años antes de que comience la construcción.
El ayuntamiento de Jerusalén no comentó al respecto. Las autoridades municipales, que consideran los asentamientos como barrios judíos ordinarios, han dicho anteriormente que se comprometen a construir en todas las zonas de Jerusalén en beneficio de residentes judíos y árabes.
Israel se apoderó de Cisjordania y Jerusalén Este en la guerra de Oriente Medio de 1967 y ha construido asentamientos en ambos territorios que ahora albergan a unos 700.000 colonos judíos. Los palestinos quieren que ambos territorios formen parte de su futuro Estado y consideran que los asentamientos son el mayor obstáculo para la paz. La mayoría de los países consideran que los asentamientos son ilegales.
Israel se anexionó el este de Jerusalén en una medida no reconocida por la comunidad internacional y considera que toda la ciudad es su capital unificada. Los residentes palestinos de la ciudad enfrentan discriminación sistemática, especialmente en lo que respecta a la planificación urbana, lo que les dificulta enormemente la construcción de nuevas viviendas o la ampliación de las existentes.