MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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La JEP ha aceptado que ambos participen en una nueva audiencia en la que deberán demostrar los supuestos vínculos que han asegurado que mantuvieron con agentes de las fuerzas de seguridad y el Ejército en diferentes etapas del conflicto armado, lo que les permitirá entrar como terceros civiles.
Si bien la JEP no tiene competencia directa con los paramilitares, en estos dos casos la sección de apelación sostiene que cuando un comandante paramilitar pone al servicio de las fuerzas del orden el grupo armado que dirige para cometer crímenes puede acogerse como tercero civil colaborador o financiador.
Mancuso y 'Jorge 40' deberán asistir a una audiencia única, con presencia de las víctimas y la Procuraduría, en la que deberán decir la verdad, citar nombres y presentar pruebas concretas sobre su relación con militares y otros funcionarios de las fuerzas del orden para cometer crímenes contra la población civil.
BAGAJE CRIMINAL
Después de varios intentos judiciales fallidos, Mancuso y 'Jorge 40', dos de los líderes paramilitares vivos más sanguinarios del conflicto, tienen de nuevo otra oportunidad ante la JEP. El primero se encuentra en una cárcel de Estados Unidos y teme la extradición, mientras que el segundo sí cumple condena en Colombia.
Mancuso, también conocido como 'Triple Cero', ha reconocido haber estado implicado en, al menos, 300 asesinatos, entre los cuales estaban las víctimas de la masacre de El Aro, que le acarreó una condena de 40 años de cárcel que jamás cumplió por sumarse al mecanismo Ley de Justicia y Paz, promovido por el expresidente Álvaro Uribe para desmovilizar a paramilitares.
A su vez, tiene abiertos dos procesos judiciales en Colombia por su responsabilidad en más de 600 homicidios, el desplazamiento forzoso de casi 1.000 personas y más de una treintena de desapariciones forzadas.
Por su parte, 'Jorge 40' se encuentra en una cárcel de Colombia desde 2020, cuando llegó de Estados Unidos tras cumplir una pena de doce años por narcotráfico. Recientemente ha sido condenado a 40 años por un doble asesinato en 1999.
Al igual que Mancuso, también se sumó a la política de desmovilización de Uribe, reconociendo su participación en más de 1.400 delitos, entre ellos 300 masacres, por los que tendrá que responder ahora si no logra agarrarse a la JEP.