JACKSON, Mississippi, EE.UU. (AP) — La presión del agua en la casa de James Brown en Jackson era tan baja que los grifos apenas goteaban. No podía cocinar. No se podía bañar. Pero de todas formas tenía que ir a trabajar.
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Luego de varios días sin agua, el talador de árboles de 73 años compró algunas bolsas de hielo en una gasolinera de camino a su trabajo el miércoles.
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“¿Qué puedo hacer? Sólo soy un peón en un juego de ajedrez”, dijo en uno de sus varios viajes de ida y vuelta a la tienda. “Lo único que me queda es intentar sobrevivir”.
Las personas seguían haciendo filas en los centros de distribución y tiendas inundadas con el fin de conseguir agua para beber, bañarse, cocinar y vaciar inodoros en la capital de Mississippi tras una falla en el sistema de aguas de la ciudad, luego de que las inundaciones exacerbaron los añejos problemas en una de las dos plantas de tratamiento de agua de la zona de Jackson.
El presidente Joe Biden, quien el día anterior aprobó la declaratoria de emergencia para el estado de Mississippi, llamó por teléfono al alcalde de Jackson, Chokwe Lumumba, para hablar sobre las labores de respuesta, incluyendo el apoyo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus iniciales en inglés), la Agencia de Protección Ambiental y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Además de atender la crisis inmediata, Biden dijo que quiere brindar apoyo federal para las labores de reconstrucción a largo plazo de la vetusta infraestructura hídrica de Jackson, la cual ha sido poco confiable durante años.
Lumumba dijo que el sistema de aguas de Jackson está aquejado por falta de personal y “décadas de mantenimiento aplazado”. Indicó que el flujo de agua a consecuencia de las lluvias torrenciales cambió la composición química necesaria para el tratamiento, lo que le quitó velocidad al proceso de llevar agua a los consumidores.
Incluso antes de las fallas en el servicio, los 150.000 habitantes de la ciudad llevaban un mes hirviendo su agua potable debido a que las autoridades informaron que podía causar problemas digestivos.
Brown dijo el miércoles que se había detenido en la tienda para comprar cuatro cajas de agua embotellada antes de adquirir los hielos. Brown, quien ha vivido toda su vida en Jackson, dijo que muchos de los habitantes han carecido de acceso constante al agua durante años, y que incluso cuando hay presión, a menudo hierven el agua para beber y cocinar.
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El periodista de The Associated Press Josh Boak contribuyó a este despacho desde Washington.