MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, ha puesto de relieve que más de la mitad de la población de Afganistán, unos 24 millones de personas, necesita asistencia humanitaria.
Sobre todo tras la llegada de los talibán en agosto de 2021, puesto que ello ha provocado una inseguridad económica y social que se ve reflejada en un aumento del desempleo y la pobreza extrema. Las malas condiciones climatológicas y las "recurrentes" sequías empeoran una situación ya de por sí muy precaria, ha dicho.
Los avisos de Griffiths han tenido lugar este lunes durante la última reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Afganistán. En ese encuentro, ha alertado de que "la pobreza se está profundizando, la población sigue creciendo y las autoridades de facto no tienen presupuesto para invertir en su propio futuro".
Si bien la comunidad internacional ha destinado para Afganistán cerca de 40 millones de dólares cada semana durante los últimos meses, existen las sospechas de que los talibán estarían malversando esos fondos y utilizándolos en gran parte para contentar a los suyos.
Griffiths ha asegurado que Naciones Unidas necesita de manera urgente unos 600 millones de dólares para ayudar a preparar el invierno con la mejora de refugios e instalaciones, así como otros 150 millones de dólares para alimentos y otros recursos de primera necesidad.
A su vez, Griffiths ha pedido a los talibán que cumplan con su parte, puesto que las interferencias burocráticas solo están logrando ralentizar la asistencia humanitaria cuando más se necesita. "Las trabajadoras humanitarias, tanto nacionales como internacionales, deben poder operar sin obstáculos y de forma segura", ha reclamado al tiempo que pedía la vuelta a las escuelas de las niñas.