ATLANTA (AP) — En todos los aspectos, Scottie Scheffler está jugando como el monarca del Masters y el número uno del golf. El viernes, estuvo a punto de convertir el Campeonato del Tour en una paliza.
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Tres hoyos de Xander Schauffele cambiaron todo de cara al fin de semana en el campo de East Lake.
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Schauffele embocó un par de putts para birdie. Luego, usó el hierro 4 para enviar la pelota apenas encima de la trampa de arena, aterrizando muy cerca del 18, par cinco.
Sin mayor problema, atinó su putt de cinco pies para eagle.
Fue un cierre de birdie, birdie y eagle. En cambio Scheffler se conformó con par. Schauffele firmó una tarjeta de 63 golpes, siete debajo del par y pasó de un déficit de seis impactos a uno de dos.
Rara vez Schauffele muestra sus emociones. Esta no fue la excepción.
“Fue agradable lograr algunos buenos tiros al final acá, pero esto sólo nos da una mejor posición para luchar de aquí al domingo”, indicó. “Hay mucho golf por jugar en esta propiedad”.
Scheffler no estaba demasiado preocupado. Rara vez lo está.
“Sólo voy a salir a hacer lo mío y a jugar buen golf”, aseveró. “Evidentemente, Xander tiene un gran registro acá, pero a mí jamás me ha servido demasiado el prestar atención a lo que hacen otros”.
Scheffler, quien entregó una tarjeta de 66, se ubica en un acumulado de 19 bajo par.
El español Jon Rahm logró un 63 y se acercó a la punta con 13 bajo par. Se le entrevistó mientras miraba una pantalla de TV para ver si Scheffler había conseguido otro birdie.
Rahm estaba todavía seis golpes detrás. El campeón defensor Patrick Cantlay (66) y Sungjae Im (65) se ubicaban a siete.
Aunque no estaba seguro de si había vuelto a la pelea, Rahm dijo que su 63 le pareció un resultado más razonable.
“Él está jugando buen golf, ¿cierto? Y vamos a tener que hacer eso mismo", comentó. “Va a requerirse de un gran fin de semana para mí y de uno no tan bueno de Scottie. Es eso lo que estamos buscando”.